Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *¡Ah, que los profes!

0

Son bien curiosos, y además, solidarios: cuando se publica una noticia en contra del gremio del magisterio, todos truenan contra quien ha escrito y aseguran ser un gremio profesional, entregado y demás; los profesores se saben preparados en todos sentidos para hacer frente a la demanda educativa del país y del estado… aunque los resultados de la prueba de “Enlace” aseguren lo contrario.
Hoy, una nueva nota que es alarmante: los futuros profesores también vienen igual que sus antecesores, y la preparación con la que cuentan dista mucho de ser lo que afirma su secretario general sindical de nombre don Arnulfo.
Cuando Manuel Cavazos Lerma fue gobernador de Tamaulipas, se puso en boga aquello de la calidad total; hubo cursos criticados de la técnica del Maharishi y demás, pero todo mundo, como buenos mexicanos, criticamos todo lo que el gobierno hizo por entregar servidores con calidad suficiente, la que merece cualquier mexicano.
Nada tiene que ver un gobernador u otro, no es cosa de ellos; es como si los programas de beneficio social fueran culpa de un funcionario que ha hecho todo su esfuerzo, pero cuenta con un equipo “malito”, ineficiente, o que de plano no funciona, pues.
Y en este caso, no podemos mentir: 512 plazas, 4 mil 200 horas-semana-mes para 3 mil 18 aspirantes, sin embargo, dice el boletín oficial que el 35.5 por ciento fue aceptado.
Hay que alarmarse realmente, porque de los que presentaron, 1,850 fueron recomendados a nivelación académica, lo que en buen español se traduce en que no tuvieron la capacidad para aprobar el examen, pero les dieron una oportunidad extra.
También podemos afirmar, como dijo un diario local, que pasaron de panzazo, es decir, apenas “raspando” el mínimo.
¿Y esos son los que van a educar a nuestros hijos? ¿Qué podemos esperar? Obviamente, niños y jóvenes mediocres con profesores que no saben la “O” por lo redondo y no tienen la mínima idea de cuál es la diferencia entre “be” y “uvé” en una palabra sencilla.
Esa es la realidad magisterial. El 53 por ciento aprobó únicamente, y del total, podemos decir que 2 mil 254 fueron maestros de nuevo ingreso y 847 profesores ya “calados”, establecidos en el ambiente magisterial, que buscaban, obviamente, mejor nivelación.
Un mil 74 profesores tuvieron calificación de aceptable, un mil 856 fueron condicionados, y de los docentes, 388 fueron aceptados, 410 fueron llamados a nivelación, es decir, un repaso más, y 94 fueron reprobados. Esos ni chance tienen, pues.
Los maestros del SNTE presumen de tener mucha calidad: entran a nivelaciones y pelean su escalafón para subir de categoría y sueldo, aunque, a decir verdad, están más preocupados por su salario y sus días de asueto y días económicos que por la educación de nuestros hijos.
El resultado de la prueba Enlace se elevó, porque ellos, los “profes” tuvieron a los niños repasando la mentada prueba, y no porque hayan tenido calidad en la educación.
Quien tenga hijos en esta edad sabrá que no mentimos, y que nuestros herederos están recibiendo una educación “chicharronera”, mediocre, falta de calidad total y sobre todo, que los obligan a memorizar reactivos para pasar.
En las universidades padecemos el resultado de la mediocre forma en que los profesores del SNTE se manejan, y nos llegan jóvenes que no tienen cultura de la lectura, no tienen idea de lo que es hacer una investigación, no saben escribir y tienen más faltas de ortografía que nadie en el mundo.
Esa es la juventud que preparan los que hoy reprueban estos exámenes y que, por decisión de un dirigente sindical –en este caso, “don Arnulfo”- son colocados con más horas que las que pueden devengar, además de propiciar una baja en la calidad educativa de la entidad.
Y luego, quieren culpar a las autoridades, cuando todos sabemos para qué sirven sindicatos como el magisterial, encabezados por una hiena con más historial de corrupción que Al Capone.
Defienden a la “Gordillo” como si fuera la persona a seguir su ejemplo, cuando toda la familia está incrustada en partidos, puestos y plazas, cuando en Tamaulipas, porque así lo ha decidido un sindicato sucio y corrupto ha decidido entregar los lugares a quienes tienen amigos o “merecen” estar porque sus padres fueron maestros.
Para el SNTE no vale la calidad, lo vemos a diario, y miente el que diga que Arnulfo y sus cómplices hacen algo por la educación, porque lo único que han hecho es desgraciarla, corromperla más, dejar que los educandos no aprendan pero sí aprueben.
Así debieron hacerle en este examen: para qué gastar tanto en simulaciones si como sea Arnulfo decidirá quienes laborarán a partir de agosto.
Esto apesta, la verdad, y mucho.
Comentarios: [email protected]

(Visited 1 times, 1 visits today)