– En primarias hay mayor acceso a comida chatarra; hace falta agua potable y escasean frutas
Benito López Díaz/EnLíneaDIRECTA
Victoria, Tamaulipas.- El sobrepeso en su categoría de epidemia, ya no se origina por malos hábitos individuales, sino que nace principalmente de un “ambiente obesigénico”, (abundancia de comodidades, mayor acceso de alimentos energéticos y vida sedentaria).
Según el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, en las escuelas primarias, advirtió, prevalece el “ambiente obesigénico”, lo que dispara índices de gordura en menores.
Dicho convenio elaborado en coordinación con la Estrategia contra el Sobrepeso y la Obesidad, indicó que a nivel nacional solo 35 por ciento de las personas entre 10 y 19 años de edad son activas.
“Más de la mitad de estos adolescentes pasan 14 horas semanales o más frente a la televisión y una cuarta parte de ellos pasa hasta tres horas diarias en promedio 5.7”, cita.
Refiere el acuerdo, que en un “ambiente obesigénico”, como el registrado en los planteles de educación primaria, los escolares tienen hasta cinco oportunidades de comer en 4 ½ horas de escuela.
La ingesta durante el horario escolar llega a ser alrededor de la mitad del requerimiento de todo el día, (840 a 1259) kilocalorías.
“Hay una alta disponibilidad de alimentos densamente energéticos, la mayoría de los niños compra los alimentos en la escuela en lugar de llevar un refrigerio”.
Por lo general en un entorno bajo estas características, existe una dificultad para el acceso al agua potable, y realmente poca disponibilidad de frutas y verduras.
Cada menor solo tiene la oportunidad de realizar actividades de carácter físico durante el recreo y la clase de educación deportiva.
“La clase de educación física es sólo una vez a la semana y dura 39 minutos, en promedio, y la calidad de la misma no es adecuada ya que los niños hacen sólo 9 minutos de actividad física, moderada o intensa. La materia tiene poco valor curricular y deja de ser obligatoria a nivel bachillerato, por lo que la mayoría de los jóvenes de entre 14 y 18 años dejan de practicar deporte durante la jornada escolar”, criticó el estudio.
Este tipo de ambientes en planteles educativos, alertó el Acuerdo Nacional para la Salud Alimentaria, influyeron para que de 1980 a la fecha, “la prevalencia de obesidad y sobrepeso en México se triplique”.
“La epidemia registra una elevada tasa de crecimiento entre la población infantil, lo que se ha traducido también en una alta prevalencia de
sobrepeso y obesidad entre la población escolar de preescolar y primaria de todo el país y entre adolescentes”, concluyó.