En el aniversario de su natalicio
En el CXXXI aniversario del natalicio del Caudillo del Sur, el Gobierno del Estado de Tamaulipas a través de la Comisión Organizadora para la Conmemoración del Bicentenario del Inicio de la Independencia Nacional y el Centenario de la Revolución Mexicana recordará a quien fuera uno de los más importantes líderes del movimiento revolucionario.
Este domingo 8 de agosto en punto de las 11 horas se llevará a cabo una ceremonia cívica en el monumento a Emiliano Zapata Salazar, ubicado en la esquina del 17 Rosales, el cual será presidido por el Gobernador Eugenio Hernández Flores.
La Mtra. Libertad García de Danwing, Presidenta del Consejo Consultivo de la Comisión, comentó que el proyecto de Emiliano Zapata fue visionario, destacando su búsqueda de justicia social, así como su profundo amor por la tierra y los hombres que la trabajan.
Agregó que de esta forma, el Gobierno de Tamaulipas rinde homenaje a la memoria de los héroes que defendieron las causas libertarias, dando así origen al México contemporáneo.
Para finalizar, invitó a todo el público tamaulipeco a asistir y así unirse a la gran conmemoración de todos los mexicanos en este 2010, en el cual se celebran los aniversarios de los movimientos fundacionales de nuestra patria.
Emiliano Zapata Salazar nació en Anenecuilco, Morelos. Reclutó un ejército de peones, en buena parte indígenas de los pueblos y las haciendas de Morelos, y con el grito de guerra “Tierra y Libertad”, se unió en 1910 a la Revolución Mexicana de Francisco Ignacio Madero.
Zapata perdió la confianza en Madero, quien asumió la presidencia en 1911, y se declaró en su contra, formulando su propio programa de reforma agraria (conocido con el nombre de Plan de Ayala), mediante el que pretendía redistribuir la tierra entre los campesinos.
Durante las presidencias de Victoriano Huerta y Venustiano Carranza, Zapata mantuvo sus actividades en contra del gobierno, extendiendo su poder por todo el sur de México. Junto con Francisco Villa, que había aceptado el Plan de Ayala, entró en la ciudad de México en 1914.
Al año siguiente, Zapata se retiró a Morelos, donde continuó defendiendo sus posiciones frente a las tropas constitucionalistas. En 1919 murió asesinado en una emboscada organizada por un agente de Carranza, lo que causó una enérgica condena de la opinión pública y de gran parte de los propios sectores constitucionalistas