Bajo el argumento de que el delegado del Imss en Tamaulipas, Jesús Nader Nasrallah es muy amigo de la esposa del presidente Felipe Calderón, Margarita Zavala, este personaje hace alardes de esa presunta amistad para bufonear y decir de manera pública, que no será despedido de ese instituto, y que sus colaboradores, amigos, compadres, protegidos, familiares y toda clase de flojos y holgazanes que trabajan en dicho instituto, tampoco correrán riesgo de ser cesados.
Que baja percepción de las cosas tiene este funcionario, pero con esas palabras lo único que da a entender es que se trata de un inútil que solo utiliza las relaciones personales y amistades, para brincar de cargo en cargo, muy a pesar de que su estancia en ellos deje mucho que desear y en vez de mejorar el servicio, en el caso del Imss, empeore a cada momento.
Para nadie es un secreto que la dependencia pasa por su peores momentos, situación que se ha prolongado por espacio de más de 10 años, lo que ha repercutido de manera negativa en el derechohabiente, el que como siempre ocurre, es el que paga por la mala atención, la negligencia médica y todos los defectos que a estas alturas tienen convertido a dicho instituto en una oficina de colocación de empleos y en una sala de atención a holgazanes, que son la mayor parte de sus empleados.
Cuantos derechohabientes han fallecido por un acto de negligencia médica, a cuantos no se les ha operado de manera equivocada, cuántos más han sufrido el mal trato y las ofensas de médicos y personal administrativo, cuántos más no han fallecido por la falta de medicamentos que no se surten porque no les conviene a los directivos por ser muy caros.
Esas y otras situaciones, son las que han puesto en mal al Imss, y lo peor, han ocasionado que en vez de ser una institución de prevención contra enfermedades, las promueva con tanta negligencia y desinterés.
La burocracia excesiva, los altos salarios que ganan médicos y personal, las canonjías que disfrutan después de jubilarse con pensiones que van más allá del 100% del salario, y una insensibilidad atroz con el paciente, han convertido al Imss en un elefante blanco al punto del desplome.
Quien iba a imaginar que aún hace unos años, ese instituto era dueño de un equipo de fut bol (el Atlante), propietario de un estadio de beis bol, dueño de varios balnearios de primer nivel, como el de Oaxtepec, y una nómina de lujo, estaría convertido hoy en una lacra que si bien unos cuantos médicos, enfermeras y personal administrativo se salvan de la quema , el servicio que ofrece es de pésima calidad, con lo que los conceptos de brindar calidad y calidez al derechohabiente, son pulverizados a cada momento.
Por ello es que el burócrata de Jesús Nader, quien pienso que sabe tanto de medicina como yo de astronomía, no solo debería ser cesado o despedido del instituto en Tamaulipas, sino que debería ser llamado a cuentas por el propio presidente Felipe Calderón, para preguntarle hasta donde llega esa supuesta amistad con Margarita Zavala.
De influyentismos y de amiguismos ya estamos hartos los mexicanos, por lo que exigimos que se termine con el régimen del nepotismo y de la autocracia en instituciones como el Imss, y se le brinde su lugar al derechohabiente, que es en última instancia, el que merece el mejor de los servicios y de las atenciones.
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No entiendo cómo es que la Secretaría de Salud haya metido reversa tan a lo descarado en lo que se refiere a la venta y promoción de los dañinos alimentos chatarra que tanto se venden en las escuelas y que han ocasionado estragos en la salud de nuestros hijos.
Recordemos que el 14 de abril de este año, la Cámara de Diputados aprobó aplicar una reforma a la Ley de Salud, y con ello obligar a la SS a prohibir la venta de chatarra en las escuelas, sobre todo de refrescos y frituras, por ser los que más daño provocan entre los estudiantes.
La medida fue bien vista por el secretario de salud, José Ángel Córdoba Villalobos, quien con bombo y platillo anunció que para el ciclo escolar que iniciará el 23 de agosto, sería prohibida la venta de esos pseudo alimentos, pero la presión de las trasnacionales, las que elaboran esa basura, de inmediato protestaron porque dejarían de ganar millones de dólares con dicha prohibición, y presionaron al gobierno de Felipe Calderón para dar marcha atrás.
La presión resultó, y sin importarles a esos empresarios la salud de nuestros niños, ahora se carcajean con los ridículos argumentos esgrimidos por el funcionario de salud, a quien se le olvidó lo que dijo ese 14 de abril, para decir que este año sí serán vendidos esos alimentos, con lo que estoy seguro que la venta indiscriminada de esa basura seguirá por tiempo indefinido, hasta que nuestros niños comiencen a hacer infartados en los patios de las escuelas.
¿Es eso lo que queremos? Creo que no, pero nosotros como padres también tenemos la responsabilidad de prevenir enfermedades mediante lel ejemplo en casa, y evitar que los niños consuman esa basura.
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Y para no variar en el tema de las escuelas, a pocos días de que inicie el nuevo ciclo escolar, las cuotas impositivas para el ingreso a las escuelas, es tan obligatorio como siempre, muy a pesar de lo que digan o hayan dicho los funcionarios de educación, porque ese es un gran negocio de maestros y directores. Para que nos hacemos tontos si esa es la realidad.
Tal vez haya alguien que diga que el gobierno no tiene porqué pagar lo que los padres de familia no quieren, pero hay que tomar en cuenta que la mayoría de los padres de familia son de escasos recursos económicos y que tal vez cuentan con dos y hasta tres hijos en edad escolar, por lo que el pago de las cuotas es una carga económica muy pesada.
Demás, los funcionarios educativos han insistido hasta la saciedad que son voluntarias, no obligatorias. ¿Entonces porqué insisten maestros y directores en cobrarlas bajo amenaza de no aceptar a los niños?
Se supone que una cuota escolar es para mejorar las condiciones de la educación en los planteles, mediante una mayor comodidad para el estudio, como serían aires acondicionados, transporte, buenas bancas, alimentos balanceados gratuitos y buenas instalaciones, pero se ve que el dinero que ingresa no está por ningún lado, ya que la mayoría de las escuelas está dentro de un programa municipal de apoyo, el que las dota de techumbres, les construye salones, las dotas de computadoras, las construye cercas y alambradas, e incluso consigue equipos deportivos, por lo que no entiendo la sinrazón de las cuotas.
¡Será acaso que el dinero se lo endilgan los maestros?
Hasta mañana
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