PALACIO/Mario A. Díaz Vargas *Lo descubrió el agua

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LA CONTINGENCIA en el noreste tamaulipeco provocado por la abundante precipitación pluvial que dejó el huracán “Alex”, dejó al descubierto la mala ubicación del relleno sanitario regional y la apatía oficial que provocó la inundación premeditada del ejido Las Blancas.
El tiradero de basura a cielo abierto que obtuviera el Premio Nacional Hábitat durante la administración municipal de BALTAZAR HINOJOSA OCHOA, fue alcanzando por la creciente ante el desfogue de la represa El Retamal.
Ha quedado al descubierto que esa obra autorizada por la Comisión de Cooperación Ecológica Fronteriza (COCEF) y respaldada económicamente con recursos a fondo perdido por el Banco de Desarrollo de América del Norte (BNDAN), incumplió la Norma Oficial Mexicana 083.
Los efectos del meteoro finalmente dieron la razón a los opositores del Arroyo del Tigre, quienes desde siempre cuestionaron la mala ubicación del relleno regional sanitario por su cercanía al cauce de alivio y las altas probabilidades de contaminación del manto freático.
Es indudable que la corrupción oficial, lo mismo de la Comisión Coordinadora, la autoridad estatal y municipal, y la institución bancaria internacional, autorizaron el pomposamente llamado relleno sanitario regional que, en la práctica, no es más que un simple tiradero de basura a cielo abierto.
No sería aventurado especular en el sentido de que muchos millones de pesos estuvieron presentes en ese, así, entre comillas, “premio nacional hábitat”.
El exceso de lluvia dejado por “Alex” obligó a los ingenieros de la Comisión Nacional del Agua ha ordenar el “raje” del bordo de contención del Control Uno, como única salida para evitar que el excedente del río Bravo, inundara la zona urbana del sur-oriente de Matamoros.
Es decir, se sacrificó inundando el ejido Las Blancas para disminuir en 100 metros cúbicos por segundo el desfogue por el Control Uno, a fin de bloquear el punto conocido como “Puente del Tigre”.
El reflujo de la fuerte avenida amenazaba con inundar varias decenas de colonias de la periferia al avanzar, en contra, por el dren emisor de aguas pluviales.
La apatía oficial en no realizar ese trabajo en tiempo y forma puso en grave riesgo la zona urbana matamorense en la periferia sur-oriente y la pista de aterrizaje del aeropuerto internacional Servando Canales.
En consecuencia la orden oficial no se hizo esperar: que se “raje” el bordo de contención del Control Uno, sacrificando a los ejidatarios de Las Blancas, quienes, prácticamente y en términos coloquiales, “no tenían velo en el entierro”.
De ahí la inconformidad de las casi 60 familias que perdieron sus enseres domésticos y de labranza al cubrir sus casas la fuerte avenida provocada.
Cabe señalar que, mañosamente, la versión oficial es que la corriente que desplazaba el Control Uno con el excedente de agua proveniente de la represa El Retamal, vía Vaso del Culebrón y Vaso Villa Cárdenas, desgajó el bordo de contención.
Sin embargo, lugareños de esa zona rural ubicada al sur de la población, a un lado de la brecha 82 que conduce a la ciudad de Valle Hermoso, observaron los trabajos de una draga de brazo largo removiendo la tierra y lanzándola al cauce.
La suerte ya estaba echada y, en consecuencia, los 100 metros cúbicos de agua que se desfogaron a la altura del “raje”, horas más tarde, acabaron con gran parte del patrimonio de los habitantes del ejido Las Blancas.
Tal es la triste realidad que motivó el sacrificio de esa comunidad rural para evitar que las colonias del suroriente de este puerto fronterizo, incluyendo el aeropuerto internacional, resultaran inundados por el reflujo pluvial.
Justo es que, primero, la autoridad gubernamental estatal y la Comisión Nacional del Agua reconozcan y acepten el error y, segundo, que se autorice un programa de apoyo para subsanar los daños provocados por la inundación inducida para salvar gran parte de la zona urbana de Matamoros.
Situación totalmente distinta a lo que ocurrió en el ejido San Lorenzo, pues sus habitantes están conscientes de que ese asentamiento humano rural está ubicado justo en el cauce de alivio para excedentes pluviales del río Bravo.
Lo que no descubre el tiempo lo descubre el agua.
DESDE EL BALCON:
Ahora que está muy de moda eso del gobierno con “rostro humano” ¿será posible el apoyo gubernamental a los sacrificados del ejido Las Blancas?
Y hasta la próxima.
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