– Hace llamado para no dejarse intimidar por llamadas.
Gastón Monge/EnLíneaDIRECTA
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- La violencia y la inseguridad que priva en el país, ya le llegó al obispo de Nuevo Laredo, Gustavo Rodríguez Vega, quien confesó haber sido víctima de una extorsión telefónica, “y nos han llegado amenazas, pero de esas que le llegan a toda la gente”, expresó en tono tranquilo el jerarca católico.
Dijo que se trata de delincuentes que operan en el interior de los reclusorios, los que se hacen pasar por integrantes de alguna organización criminal para intimidar a sus víctimas y sacarles dinero mediante la amenaza de hacerle daño a un familiar cercano.
“Quieren infundirnos miedo para que vayamos a hacer un depósito a una cuenta determinada, pero nada más, eso ha sido todo, y ya sabemos que el temor que tenemos de las bandas criminales se han colgado otros y se aprovechan de la situación, porque hay gente que cae y paga sumas de dinero que no deberían pagar”, expresó.
Recomendó que al momento de recibir la llamada, se debe colgar de inmediato el teléfono, y eso es lo que dijo hizo cuando recibió el llamado para extorsionarlo.
“A mí me llamaron, conocen mi nombre y saben que soy el obispo de Nuevo Laredo, por lo que al quererme amenazar de inmediato colgué y no hubo ningún problema”, reiteró al decir que solo una vez ha recibido este tipo de llamadas.
Ante la cantidad de llamadas que han recibido párrocos de algunas iglesias del país, dijo el obispo que los sacerdotes son tan vulnerables como cualquier ser humano, pero dijo que más que juzgar la forma en que han sido amenazados o extorsionados, se debe juzgar al crimen organizado, el que dijo que ha perdido toda vergüenza.
“Han perdido también todo sentido de respeto de la dignidad humano. No pensemos en el obispo ni en un sacerdote, pensemos en una mujer de edad avanzada que recibe una llamada de estas. Pobre mujer. ¿Qué no se dan cuenta de lo que pueden provocar?”, cuestionó.
Ante ello, dijo que el respeto hacia la dignidad humana se está perdiendo, ya que el delincuente pone como primer valor el dinero, sin importar lo que tenga que hacer.
Pese a que la inseguridad ya le llegó a la Iglesia católica, hasta el momento el obispo ni algún religioso han presentado denuncias ante las autoridades, pero dijo que debe ser una denuncia general en contra de lo que dijo, es parte de un sistema de corrupción que debe existir al interior de los centros de reclusión en el país.
El obispo dio indicaciones a los sacerdotes para que en las misas que celebren en las parroquias, digan a sus feligreses que no se dejen intimidar por estos delincuentes, “porque se trata de amenazas que no se cumplen, porque lamentablemente lo que sí se cumple es lo que no fue antes amenaza”, concluyó.
