– Comerciantes de dulces en escuelas piden se les deje trabajar y que los menores decidan lo que consumen.
Benito López Díaz/EnLíneaDIRECTA
Victoria, Tamaulipas.- La venta de golosinas a las afueras de los planteles educativos cayó en un 50 por ciento con el impulso a la campaña contra la comida chatarra; en tanto, dulceras se organizan para evitar desalojos y piden no ser satanizadas por ser su única fuente de empleo.
Con el regreso a clase los comerciantes en escuelas se han visto afectados, la clientela se desplomó y son mal vistos por maestros, padres de familia y hasta por algunos niños.
“Ya hasta los niños nos apuntan con el dedo, se nos ha creado una mala imagen que no tenemos, ni nos merecemos, nos ven como si hacemos mucho daño”, comentó Elba Muñoz Rodríguez.
Desde hace 20 años, dijo, se dedica a la venta de dulces afuera de las escuelas, y jamás había sido tan perseguida como ahora que se ha puesto un freno a la venta de comida chatarra en los planteles.
“Uno ya hasta llega a sentirse mal con todo esto que está pasando, nos han dado mala imagen, y lo único que hacemos es ganarnos el pan con el sudor de nuestra frente”, argumentó.
Precisó que en el regreso a clases las ventas de las dulceras a las afueras de los planteles educativos bajaron en un 50 por ciento, en comparación a otros años.
Muñoz Rodríguez y otras 70 comerciantes que a diario venden golosinas en las escuelas en las puertas de escuelas del nivel básico, decidieron formar un frente para defenderse.
“Viene muy fuerte la ley sobre la comida chatarra en las escuelas, hay mucha desinformación, pero nosotros nos estamos organizando y nos vamos a proteger”, anticipó.
“Tampoco se trata de pelearnos con las autoridades, con maestros o adres de familia, lo único que pedimos es que llegado el momento se nos deje trabajar, y que el niño decida si consume lo que uno vende o no lo compra”.