Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *La “resaca” del Año Santo

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Uno de los puntos de peregrinación más importantes del planeta es, sin lugar a dudas, Santiago de Compostela. El día de ayer, en el puerto de Tampico, el distinguido doctor Xosé Ramón Pousa ofreció una conferencia sobre tan apasionante tema: “El Camino de Santiago”.
Este año significó algo especial, dado que la Iglesia decretó a 2010 como año santo. ¿Qué criterios emplean para que ello sea así? Es muy sencillo: cuando el día 25 de junio -fecha en que se celebra a Santiago Apóstol- coincide con domingo, se decreta al Año Santo, y dice la Iglesia que los privilegios espirituales son mayores.
Históricamente se ha manejado este criterio, por lo que no es nuevo el hecho de que, domingo que coincida con día 25 hay Año Santo. Los tres lugares más importantes de las peregrinaciones católicas son Roma, Jerusalén y Santiago de Compostela. Desde siempre ha habido un historial muy interesante en los tres lugares.
Sin embargo, este 2010 hubo medidas que a muchos enojaron pero no repercutieron en el éxito del año santo, ya que, por consecuencia lógica, las visitas y peregrinaciones se multiplican, lo que significa una cantidad exorbitante de dinero que ingresa a todas partes: hoteles y hostales, casas de huéspedes, restaurantes y pubs, tiendas de recuerdos y demás.
La industria turística está a todo vapor en el año santo, y el verano significa la oportunidad más interesante para que los españoles, y específicamente los gallegos tengan mayores ingresos.
Obvio, repercute en el PIB de Galicia, porque millones de personas dejan sus ahorros “sembrados” en cada una de esas muchas áreas de aprovechamiento turístico, a grado tal que el presidente de la Xunta sugirió que se amplíe el año santo, que se extienda, pues.
Lo anterior ha ocasionado la respuesta inmediata de la Iglesia negando que se pueda cambiar la fecha, argumentando, entre otras cosas, que el jubileo debe ceñirse a los ejercicios en que el 25 de julio cae en domingo, y la Xunta tendrá que buscar otras alternativas para prolongar los efectos de la cita turística, según consigna en el diario El Correo Gallego.
La idea, no se puede negar, es bien intencionada, sin embargo, la Iglesia ha chocado con la misma. El gobierno gallego quiere que haya más recursos para que la economía mejore, así de claro, y no tiene nada de extraordinario que el titular del gobierno quiera lo anterior: para eso le pagan: para buscar mejorar la condición de vida de los gallegos.
Y es que se dan cuenta de la importancia que tiene el turismo, por lo que todos los habitantes de la Península cuidan este recurso, ya que el día que se caiga esta actividad, seguramente España entrará en crisis económica mayor a la que ya vive hoy cuando el paro –desempleo- y la recesión en general le han abrumado.
Y aplicado lo anterior a la entidad, tenemos que hay muchos recursos que turísticamente se pueden explotar para lograr una mayor captación de recursos, lo que seguramente impactaría en la economía regional y estatal, en la familiar e individual de los prácticamente 3.5 millones de tamaulipecos, porque cuando hay recurso todos ganamos, y es una máxima natural.
¿Qué nos faltará para lograr estos efectos?
Viene una nueva oportunidad para planear las estrategias turísticas que regirán a Tamaulipas de 2011 a 2016, y seguramente se podrían buscar algunas experiencias como las que vive Galicia, propiciar un intercambio de impresiones y, por qué no, copiar lo que sirve para instrumentarlo.
No es malo copiar de otras partes cuando el resultado es favorable.
En la entidad se tendrían que hacer muchas cosas como buscar más inversionistas extranjeros que quieran construir infraestructura turística, buscar que estas inversiones sean permanentes y se garantice de alguna manera su viabilidad, y una adecuada promoción podrían ser algunas de las estrategias que se traigan, se copien, se lleven a cabo.
Seguramente los resultados serían positivos, y eso lo sabemos.
Los inversionistas gallegos viven hoy la “resaca” del Año Santo y obviamente, quieren que todo el año sea de ganancias, por lo que han presionado de alguna manera para que se cambien las fechas y costumbres.
No se dará este paso, y de ello estamos seguros, dado que el año santo es una tradición milenaria religiosa, no un capricho, y el hecho de que se haya utilizado también como anzuelo turístico y publicitario no quiere decir que la Iglesia vaya a cambiar sus tradiciones.
Eso, lo tenemos más que claro.
En tanto, Tamaulipas puede instrumentar un corredor turístico, una serie de eventos culturales y de recreación que, unidos entre sí puedan fomentar el que venga la gente a visitarnos, aunque para ello, y ciertos estamos de ello, haya que reforzar algunas otras estrategias que garanticen el que los visitantes puedan venir.
Somos un estado con un potencial impresionante, hay que aprovecharlo, para no tener ese tipo de “resacas” turísticas que nos dejan únicamente grandes pérdidas.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!

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