Surge la organización social como antídoto para males ciudadanos

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– Ante la indolencia institucional:

Benny Cruz Zapata/EnLíneaDIRECTA

Victoria, Tamaulipas.- Afirmando que no están dispuestos a quedarse cruzados de brazos mientras las calles de los fraccionamientos donde habitan están convertidas en una zona minada; habitantes de diversos asentamientos, desesperados por la situación han encontrado en la organización social el antídoto ideal para salir de la contingencia urbana que les ha causado todo tipo de daños que van desde casas con exceso de humedad, automóviles descompuestos, incluso accidentes personales:
Con pala en mano, tapando con grava los baches de la Calle 12 de Diciembre, por la que a diario transitan cientos de personas; Juan Castillo, flamante Secretario de la Organización de Habitantes del Fraccionamiento Haciendas del Santuario, manifiesta que ante el panorama urbano que parece no tener solución, como ciudadanos no es el tiempo de los lamentos, de las críticas, del coraje por lo que hacen o no hacen las autoridades:
“Vivimos en una sociedad tan individualizada que nos olvidamos de algo que es ley: que la Unión si hace la fuerza y que en la participación ciudadana y el ánimo colectivo está la respuesta a nuestras necesidades más apremiantes, como en este caso es el arreglo de calles, limpieza de áreas verdes y zonas de uso común, este fin de semana nos hemos agrupado formalmente, somos en promedio 40 familias que están contribuyendo al mejoramiento urbano”.
Marca que lo anterior no se da por casualidad, sino más bien por la desesperación de ver que cada día los baches de hacen más grandes, no hay seguridad, la maleza los invade:
“La situación de nuestro fraccionamiento no puede ser peor, pues es una de las zonas afectadas por los manantiales, lo que provoco que los escurrimientos hicieran intransitables las calles, ni hablar que algunas casas ya están sufriendo las consecuencias del excesos de humedad; muchos incluso han sufrido la pérdida total de sus vehículos, cuando llueve la avenida 12 de diciembre se convierte en río, la corriente es tan fuerte que a estado a punto de llevarse a vecinos”.
Agrega que no era posible permanecer indiferente, por ello han encontrado en la organización colectiva una forma de resolución, en ello coincide la señora María Antonia Zavala Hernández, quien explica están en el mejor ánimo de mejorar el fraccionamiento donde habitan:
“Nosotros como ciudadanos estamos cumpliendo, ya somos muchas manos desafortunadamente ninguna cooperación es suficiente para reparar los daños que se tienen, por lo que estamos pidiendo que las autoridades nos apoyen, sabemos que tampoco tienen recursos, pero si maquinaria, nosotros estamos dispuestos a pagar el combustible, si bien es cierto que somos muchas manos trabajando por un solo objetivo, se requiere que en nuestro fraccionamiento nos manden a un especialista que nos dé un diagnostico real de la situación, asi como alternativas de solución”.
El panorama vecinal no puede más estimulante, mujeres, hombres y niños, todos se convierten en un solo ser, que lo mismo tapan baches, que chapolean camellones o queman basura.
Cesar Saldíivar con carretilla en mano, acompañado por su familia, al igual que el resto del grupo recorre la calle principal, haciendo malabares en los enormes baches:
“Ante la situación, está demostrado que todos podemos hacer algo por el lugar en donde vivimos, a mí me acompañan mi esposa y mi hija, nos levantamos temprano y acudimos a la convocatoria del resto de los vecinos, porque no estamos dispuestos como vamos de mal en peor y quedarnos sin hacer nada, este es un buen inicio de lo que como sociedad civil podemos hacer ante una contingencia como la que estamos padeciendo”.
De acuerdo al relato de Don Antonio Martínez García, quien habita el rumbo desde hace 15 años, el problema que agobia a los fraccionamientos que existen en Haciendas del Santuario, habitados por casi un millar de familias, se deriva de que la Colonia el Palmar con la que se colinda, quito un bordo que permitía que en tiempo de lluvia el agua se canalizara por la orilla de la vía:
“Lo que estamos padeciendo tiene su origen en la Colonia El Palmar, los habitantes de ahí, además de quitar el bordo, destruyeron una barda, por donde toda el agua se filtra; es necesario que las autoridades tomen cartas en el asunto, pues bajo la excusa de que como somos fraccionamiento no tienen responsabilidad, si la tienen porque el origen de todos los males, están en las colonias que han autorizado, pero el daño ya está causado, tenemos las calles destrozadas, el área verde no existe, los camellones están llenos de maleza, no hay vigilancia pero si muchos robos que vienen de las colonias vecinas”
Demanda que por lo anterior, se justifica el apoyo institucional:
“No queremos que todo lo hagan ellos, sino que estamos dispuestos a cooperar con nuestra parte, se dice que ya no tienen presupuesto, pero si tienen maquinaria, trabajadores y en base a ello, pedimos el apoyo”.

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