– Demandan difusión de la ley
Benny Cruz Zapata/EnLíneaDIRECTA
Reynosa, Tamaulipas.- El acoso y hostigamiento sexual ya es delito en Tamaulipas y quien incurra en esta practicas así sea funcionario público será sujeto a cárcel, multa e incluso inhabilitación en la función pública, lo que a decir de mujeres es un buen inicio para que en el estado, esté tipo de hechos empiecen a salir a la luz:
“Con el acoso y hostigamiento sexual pasa lo que sucedía hace años con la violencia familiar, que se quedaba en el ámbito delo privado, en las cuatro paredes del hogar, pero el paso de los años logro romper el silencio de muchas mujeres, hacemos votos para que suceda lo mismo con el acoso y hostigamiento”.
Al apuntar lo anterior la Licenciada Angélica Rezendez, Directora Jurídica del Instituto de la Mujer Tamaulipeca, quien comparte que a nivel nacional se busca también incorporar en los contratos colectivos de trabajo que incurrir en las acciones ya mencionadas sea motivo de recensión de contrato para el hostigador.
Especialista en la atención jurídica a las mujeres opina que convertir en delito estas prácticas es un buen inicio, pues el problema se enfrenta en lo cotidiano:
“Las mujeres que son sujetas al acoso y hostigamiento sexual son re victimizadas, pues en la actualidad el denunciar estas prácticas las lleva a perder hasta el trabajo o bien son sujetas de todo tipo de castigos internos, las cambian de lugar, les cancelan permisos, les quitan derechos”
Opina que lo anterior trae consecuencias negativas no solo en el terreno laboral sino en lo sicológico:
“Partiendo del hecho que es denigrante que tengas que entregar tu cuerpo a cambio de un acenso o no perder el trabajo, es una vejación cotidiana que sufren las mujeres pues es un paradigma ancestral por el cual las mujeres son consideradas como objeto sexual, por ejemplo si una mujer está en el centro de trabajo se llega a creer que está disponible, es lo que se debe romper, es lo que se debe de empezar a trabajar, tener las leyes es magnífico pero desafortunadamente no es suficiente, pues es necesario que las mujeres conozcan la ley y recurran a ella.
Hace la aclaración que el hostigamiento se da cuando es un superior el que lo ejerce y es acoso cuando se da entre compañeros.
Por su parte, la Licenciada Nayma Karina Pérez Balquiarena, de la Asociación Civil Vive Mujer, aplaude las modificaciones que ha tenido el Código Penal:
“Desafortunadamente que convertir el acoso y hostigamiento sexual no es suficiente, ya que a la par es necesario difundir la ley para que en colectivo las mujeres tengan conocimiento de sus derechos y los defiendan, que se atrevan a llegar a la denuncia, lo que no es nada fácil pues se pone en riesgo su fuente de trabajo”.
Asimismo reconoce que a nivel sociedad también hace falta que se dé un cambio de actitud, ya que como asociación tienen conocimiento de que cuando una mujer se atreve a denunciar el acoso y hostigamiento llega a ser estigmatizada hasta por sus propias compañeras y compañeros de trabajo:
“Nos han tocado casos en que las mujeres que se atreven a ponerle nombre y apellido a sus acosadores, han sido despedidas, además de que en su círculo de amistades e incluso a nivel familiar enfrentan circunstancias adversas, ya que por lo general sus palabras se ponen en duda, las llegan a catalogar casi como responsables de sufrir este tipo de agresión, por lo que ya que esta en cambio en las leyes, a la par es necesario dar difusión a su existencia y empezar a romper el silencio que suelen guardar las mujeres cuando lo padecen”.
Asimismo la Diputada y Coordinadora de la Comisión de Equidad y Género en el Congreso del estado, Leonor Sarre Navarro califico como un gran pasó para las mujeres que sea penalizado los citadas prácticas:
“Tamaulipas estaba a la zaga, ya que era uno de los pocos estados que no tenía tipificado como delito el acoso y hostigamiento sexual, pero es de reconocerse que las leyes no bastan, sino que es necesario que la población en general y las mujeres en particular –por ser las que más sufren estas situaciones- las conozcan y hagan uso de ellas”.
A nivel legislativo se reconoce que el acoso sexual es un problema arraigado en el contexto social, económico, organizacional y cultural, lo que origina que la gran mayoría de las víctimas no lo denuncien por temor a perder su empleo, a represarías de sus superiores, o porque les da vergüenza o por el rechazo de familiares que han sido formados bajo un patrón cultural machista.
Las penas a quienes cometan este delito van de seis meses a dos años de prisión y multas hasta de 300 días de salario.
Pero si el acosador es funcionario público, además del castigo penal, se le destituirá e inhabilitara de seis a dos años para desempeñar empleo, cargo o comisión públicos.
Cabe mencionar que si la víctima es menor de edad, privada de la razón o del sentido, estuviera enferma aumenta la pena de tres a cinco años de prisión y hasta 500 días de salario de multa.



