Tradición y fusión

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Diversos grupos de LA han adoptado el festejo del Día de los Muertos

El colorido de su ritual, el olor perfumado del incienso, el sabor de su delicioso pan y el placer que dan los sonidos en veneración a los muertos, han conquistado poco a poco el gusto por celebrar en este país el Día de los Muertos.

En las principales ciudades de Estados Unidos, esta celebración de culto —tan propia de los países latinoamericanos— se fusiona cada vez más con el tradicional Halloween.

Con toda seguridad se puede decir que el Día de los Muertos forma parte de las tradiciones de la comunidad estadounidense que la ha adoptado con agrado y con el mismo humor que cualquier mexicano tiene por esta fecha.

La conmemoración en el panteón Hollywood Forever es un ejemplo de ello. La diversidad cultural se une en un festejo donde cada quién celebra a su manera, pero principalmente a los muertos.

Y es ahí donde esta celebración hispana se une con el Halloween norteamericano. Entre las tumbas desfilan tanto una escultural Catrina como una elegante Lady Gaga.

“Hace diez año no era así”, confesó Raúl Cortés, director artístico del ballet folclórico de danza oaxaqueña Nueva Antequera. “La celebración era más por comunidades. No tan abierto como ahora”.

Cortés comentó que el único lugar donde la comunidad latina, sobre todo mexicana, podía ir apreciar esta tradición era en la Placita Olvera, donde se colocaban algunos altares de muertos.

Ahora las opciones son diversas, y cada año se suman más. La celebración del Día de Los Muertos ha sido especialmente un atractivo para los centros culturales, en específico los museos.

El Centro Nacional Autry se sumó este año a la tradición. Por primera vez organizó la celebración ¡Vivan Los Muertos!, con la que realizó un bello despliegue cultural en donde mostró las diferentes costumbres con las que los mexicanos le rinden culto a sus muertos.

Oaxaca y Veracruz mostraron esa variedad, no sólo con la presentación de los 10 altares que se construyeron de esos dos estados mexicanos, sino con la música, la comida y los rezos que ofrecen a sus difuntos.

En el Hollywood Forever la procesión en honor a “los que se nos han adelantado”, muestra la fe pero también la nostalgia y creatividad con la que recuerdan a los seres queridos que se han ido.

Este año, en conmemoración al Bicentenario y Centenario de México, héroes de ambas épocas “caminaron” entre los asistentes a un festival que cada año congrega a más visitantes.

El Día de Los Muertos en el Hollywood Forever fue, por así decirlo, el primer evento masivo organizado en Los Ángeles y el único en realizarse en un panteón, como se hace por años en algunos estados de México y Guatemala.

Deisy Márquez, una de las encargadas de esta celebración, dijo que hace 11 años, cuando lo iniciaron, aunque hubo buena asistencia por la curiosidad que representó festejarlo en un panteón, ahora no tiene comparación.

Entre los asistentes se pueden observar, además de latinos, asiáticos, rusos, estadounidenses, afroamericanos, compartiendo una misma cultura.

“Me encanta esta tradición porque tiene la seriedad y el tributo a los muertos, pero también tiene su lado gracioso y de ver de una manera natural la muerte”, comentó Caitlin Bellan de 22 años, quien aunque no habla español ha llegado a comprender esta tradición.

Nicole Bigelow de 25, se pintó el rostro de calavera y vistió con una prenda colorida. “Es fascinante y me gusta porque aunque habla de la muerte, no es tan terrorífico como Halloween. Además el colorido de todo lo que presentan y su rica comida, ¡es fascinante!”.

En el panteón hay mucho en que distraerse. Los altares muestran, además de una gran creatividad, la manera en que cada quien quiere festejar a sus muertos, sin en el interés de ganar un concurso.

En un rincón de Hollywood Forever, la familia Ortiz le rinde tributo con cinco horas de mariachi a don Ramiro Ortiz, quien murió en junio pasado.

Aunque no está enterrado ahí, sus ocho hijos y empleados de la empresa La Fortaleza Inc. —que distribuyen y exportan tortilla a Japón y Europa, y de la cual era dueño don Ramiro—, quisieron aprovechar la fecha para rendirle tributo.

“Fue un excelente padre y un buen patrón”, expresó Ramiro Ortiz, uno de los hijos.

El famoso panteón, al que ahora se identifica más con esta festividad, deja ver su diversidad étnica.

“Nosotros ahora ya no decimos que festejamos el Día de Los Muertos, sino la fusión de esta bella tradición porque cada vez vemos más angloamericanos en este festejo”, dijo Márquez.

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