INDEPENDIENTEMENTE de que una encuesta al respecto del Gabinete de Comunicación Estratégica indique que el 70 por ciento de los ciudadanos entrevistados está de acuerdo con la estrategia del gobierno del presidente FELIPE CALDERON HINOJOSA en contra de los cárteles de la droga, la realidad es otra, muy distinta, por cierto.
El mismo documento establece que el 58 por ciento de los encuestados responsabiliza al ex presidente de México, VICENTE FOX QUESADA, por no haber actuado en tiempo y forma en contra de la delincuencia organizada durante su sexenio.
Sin necesidad de entrar en detalles acerca de la metodología y margen de error, es evidente que se trata de un trabajo en apoyo del actual Jefe del Ejecutivo Federal.
Con los más de 30 mil muertos que ha costado la actual guerra calderonista en contra de los traficantes de estupefacientes, resulta una estupidez, perdón por el término, afirmar que “vamos ganando la batalla” como se ufana muy a menudo el Jefe de la Nación.
Cuestión de analizar que el poder de fuego, táctico y de desplazamiento de los diferentes grupos delictivos en el territorio nacional no tan sólo no ha disminuido, sino, por el contrario, sus estrategias para doblegar al Estado han subido de tono.
Los asesinatos masivos lo mismo de gentes inocentes que de rivales, policías de los tres órdenes del gobierno e, incluso, militares se constituyen en una evidencia clara de que en nada, absolutamente en nada, les arredra a los narcotraficantes la campaña en su contra emprendida por FELIPE CALDERON HINOJOSA y su gabinete de seguridad.
Como nunca antes, los ciudadanos aztecas han colmado su capacidad de asombro y viven en constante zozobra e incertidumbre ante el natural temor de quedar inmersos en un intercambio de fuego entre bandas rivales o de éstas en contra de las fuerzas federales.
Cadáveres decapitados y descuartizados colgados en puentes peatonales en arterias de alto aforo vehicular, es un método aterrador que se ha puesto en práctica en el actual sexenio.
Lo mismo el estallido de coches-bombas, granadas de fragmentación y ametrallamiento de edificios públicos, son respuestas de los sicarios al servicio de los diferentes cárteles de la droga que se disputan el territorio nacional.
Tan sólo en los seis últimos meses del año el hampa organizada ha elevado el nivel de sus acciones. Los ametrallamientos a mansalva de grupos de personas, son pruebas más que elocuentes de su peligrosidad y evidencia clara de reto al gobierno federal.
El crimen múltiple en ciudad Juárez; el asesinato masivo en Tijuana; los ejecutados en Nayarit y Acapulco; las obreras cobardemente ametralladas cuando se desplazaban de su centro de trabajo a sus hogares, allá en la ciudad más peligrosa del mundo; la muerte de un grupo de jóvenes en un barrio del Distrito Federal; y la emboscada y muerte de agentes policiales jaliscienses, son algunos botones de muestra de la escalada de violencia en el país.
Como es evidente, no se necesita tener más de tres dedos de frente para darse cuenta de la cruda realidad en materia de seguridad pública en México y, sobre todo, el desfase en que vive el presidente CALDERON HINOJOSA.
Con todo y que asegure que la inversión extranjera observa con buenos ojos a nuestro país y que la industria automotriz es la más próspera, lo cierto es que la fuga de capitales e inversionistas mexicanos y extranjeros aumenta cada día.
Ahora que, si el mandatario nacional pretende aplicar la política del avestruz o bien creerse de sus propias mentiras, eso es simple y sencillamente otro cantar.
Lo mismo, si su intelecto lo obliga a creer a pie de juntillas los resultados amañados y poco objetivos dados a conocer por el pomposamente llamado Gabinete de Comunicación Estratégica.
Con base en todo lo anterior no queda duda de que la percepción de millones de mexicanos en cuanto al resultado de la guerra unilateral del sexenio calderonista en contra de los cárteles de la droga, es muy distinta a la de quien ordenó sacar a los soldados de los cuarteles para convertirlos en policías con los pésimos resultados hasta ahora conocidos.
Ni hablar.
DESDE EL BALCON:
De acuerdo a su estilo de trabajo, el alcalde ERICK SILVA SANTOS hizo un recuento de los logros obtenidos a poco más de dos meses de concluir su mandato constitucional.
Cifras y datos concretos fueron dados a conocer en una concentración masiva que se llevó a cabo, el pasado jueves, en la explanada de la plaza Hidalgo.
Por supuesto que el pre informe es independiente al documento que leerá en su III Informe de Gobierno, ante ciudadanos, autoridades de los tres niveles de gobierno, grupos representativos y, por supuesto, ante su Cabildo.
Y hasta la próxima.
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