Inseguridad llegó a las iglesias del norte de Tamaulipas; no tienen dinero

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– El 70% de sus habitantes abandonó sus hogares, dice obispo.

Gastón Monge/EnLíneaDIRECTA

Nuevo Laredo, Tamaulipas.- La inseguridad que priva en el norte de Tamaulipas obligó a que 7 de cada 10 habitantes haya abandonado sus hogares, ya sea a otros municipios o a Estados Unidos, por lo que las iglesias católicas de la región atraviesan por una severa crisis económica que antes era paliada por las limosnas de los feligreses que se fueron, alertó el obispo de la Diócesis de Nuevo Laredo, Gustavo Rodríguez Vega.
Se trata de los municipios de Guerrero, ciudad Mier y en menor medida Miguel Alemán, Camargo y Días Ordaz, en donde la inseguridad, de acuerdo al religioso, mantiene la mayoría de los negocios cerrados y a sus habitantes secuestrados en sus propios, hogares, al no poder salir a las calles una vez que cae la noche.
“Solo el 30 por ciento de los habitantes de esos municipios se quedó, porque el 70 por ciento se fue a otros lugares”, confirmó el obispo, tras mencionar que es poca la asistencia a las iglesias en esos lugares, en donde los sacerdotes mantienen abiertas sus puertas solo para ofrecer aliento y consejo a las personas.
Y aunque las misas continúan celebrándose, fueron suspendidas por las noches, al igual que todo evento social.
En Guerrero la iglesia de Nuestra Señora del Refugio está en crisis económica por la falta de dinero para la manutención de los sacerdotes y el mantenimiento del templo, y al igual que las iglesias La Inmaculada de ciudad Mier, y las iglesias de San Pedro y San Francisco, de Miguel Alemán, tienen serios problemas para seguir operando.
Sin embargo, dijo el jerarca católico que para evitar un probable cierre de esas iglesias, la Diócesis a su cargo hace lo posible por enviarles recursos desde esta ciudad, para que los sacerdotes continúen con su labor evangelizadora.
“Es muy poca la gente que hay en los pueblos, aunque van a misa por las mañanas, y uno de los padres me dijo que gente está regresando porque no se pueden sostener en los ligares a donde se habían ido, pero la cantidad de habitantes sigue siendo del 30 por ciento”, explicó.
Pese a la crisis que predomina en esas iglesias, el obispo negó que haya habido ofrecimientos a los sacerdotes de la región por parte del crimen organizado, para su sostenimiento económico.
“No, no. Me llegó un ofrecimiento pero de un organismo católico, y me ofreció una pequeña ayuda para los sacerdotes de aquel sector”, refirió.
Esa región mejor conocida como la frontera chica de Tamaulipas, ha sido escenario de múltiples enfrentamientos entre grupos armados y el ejército, sin que hasta el momento haya retornado la tranquilidad.

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