Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Nuestras calles

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Cierto, todos estuvimos muy enojados porque Victoria estaba prácticamente intransitable gracias a una temporada atípica de lluvias, los huracanes y una serie de factores que intervinieron para que tuviéramos arterias realmente lastimadas, donde los baches y desperfectos fueron cosa de todos los días… y todos los rumbos.
Sin embargo, no podemos decir que ha sido una mala actitud: la verdad es que los huracanes que llegaron a dejar su huella en la capital hicieron más daño del que todo mundo supondría: cuando hay una inundación, los suelos se humedecen más de lo que debieran, ocasionando una serie de trastornos.
Es por ello que entraron en funcionamiento programas emergentes de los tres niveles de gobierno: el municipal, estatal y federal, cada uno en la medida que su responsabilidad y recursos les han permitido.
Hoy, Victoria nos ofrece un nuevo rostro: el rostro de una capital que está siendo atendida por autoridades que tienen el recurso para hacerlo. Imposible resulta querer comprar un vehículo –por ejemplo- de cien pesos cuando tenemos veinte o treinta. Simplemente, es una acción que no se puede llevar a cabo y lo sabemos todos.
Recordemos que los daños de los huracanes no fueron únicamente contabilizados en calles dañadas: hubo sistemas eléctricos que se afectaron, parques y jardines y una serie de acciones que se han llevado a cabo en los últimos meses en Victoria, la capital, la ciudad de muchos viejos amigos que añoran los tiempos en que éramos un punto de la geografía tamaulipeca que vivía distinto a como lo hacemos hoy.
El alcalde Arturo Diez Gutiérrez Navarro ha puesto a trabajar a mucha gente, luego de que le fueran otorgados fondos federales y estatales, aunado a una partida emergente que tuvo el Ayuntamiento que destinar para la reconstrucción de las calles de Victoria, y que hoy están comenzando a tener un nuevo rostro y que, curiosamente, no tiene nada de bueno, solamente que para los que vivimos la crisis de los fenómenos meteorológicos, resulta interesante ver la manera en que se están solucionando las cosas.
La dirección de comunicación social del Ayuntamiento nos ha hecho favor de enviar información respecto a la obra que se está llevando, pero más importante aún resulta el transitar por esas calles que han sido molestamente cerradas durante unos días, pero luego las vemos relucientes, transitables, y entendemos que el dinero que se ha destinado a este rubro está bien gastado, y prueba de ello fiel es la calle Lauro Rendón, conocida por nosotros como el 27, y que prácticamente la han vuelto a construir, en un trabajo que tiene verdaderamente una calidad que merece la capital del estado.
Claro que cuando tenemos que pasar por una calle y está cerrada nos ocasiona molestia, pero luego, al ver el resultado, tenemos que reconocer que se está trabajando “con toda la mano”, es decir, se hacen trabajos de calidad, no los que se limitan a tapar agujeros, literalmente.
Rafael Luque tiene datos que nos ofrecen las autoridades y que muestran que programas federales y estatales han entrado en refuerzo del intenso programa de reconstrucción de calles que lleva a cabo la administración actual, y sobre todo, la meta que buscan para el mes de noviembre, ya casi concluido, y que según nos informa el comunicador, va viento en popa, es decir, hay buenos resultados.
Ya en la calle que comentamos se está trabajando a la altura de la calle Veracruz, es decir, allá por donde se une el eje vial con la misma arteria, y tienen varios días porque se están realizando trabajos desde el fondo, a fin de atajar los conflictos.
Nos da gusto, sinceramente, que se esté trabajando en esta forma. Las autoridades son algo así como empleados de los ciudadanos, y como tales, tienen que entender que es un privilegio el servir a los demás y a la comunidad a la que nos debemos, lo que constituye también un enorme compromiso que se ha entendido cabalmente con estas obras que ya mero estarán listas.
Y seguramente, la administración podrá cantar a los cuatro vientos que se ha cumplido. Entendamos, por favor, que no es posible, ni que estén en mil sitios a la vez, así como tampoco hay dinero para que toda la ciudad –en su totalidad, pues- esté reconstruida. No hay presupuesto que alcance, y hay que asimilarlo así.
La administración pública no es fácil y eso lo sabemos todos, o al menos, quienes hemos estado cerca de los que la llevan a cabo. Hoy, vemos con gusto que se trabaja, y pese a que siempre habrá voces que no estén de acuerdo en alguna cosa, hay resultados que justifican el que hayamos pagado un impuesto predial, destinado a la obra pública.
Ahora lo que sigue es que quienes están encargados de estos programas no piensen que ya se terminó, y se siga haciendo un fuerte trabajo en aras de otorgar a cada victorense un motivo más que de sobra para sentirnos orgullosos de vivir en este punto de la geografía mundial y tamaulipeca, y sobre todo, de ser de aquí, lo mejor que a muchos puede pasar, y que otros lo adoptamos con un enorme honor y gran orgullo.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!

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