Hoy es el Día mundial de la Lucha contra el SIDA

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– SIDA, sigue el estigma, el rechazo y la discriminación

Benny Cruz Zapata/EnLíneaDIRECTA

Victoria, Tamaulipas.- Las cifras no pueden ser más letales y aun cuando en el presente año hay un marcado descenso en la estadística, la sola mención de la palabra SIDA sigue siendo asociada con la perversión, la homosexualidad y el rechazo; esto lo saben, porque lo viven los mil 864 tamaulipecos que los últimos diez años han sido infectados por el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, que tan solo en este 2010, afectó a 77 personas, de las cuales 43 son de Tampico, 24 de Reynosa, cuatro de Victoria, igual número de Nuevo Laredo y dos de Mante.

Hoy es el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA que sigue causando estragos entre los tamaulipecos, aunque en los últimos años se ha tenido un marcado descenso, ya que en el 2008 fueron 351, en el 2009 166 y en el 2010 se han contabilizado 77.

Con el aval que le da vivir la situación en carne propia, Silvia N. da cuenta que los números son mera referencia, a ella nadie le cuenta, y da testimonio de que tener SIDA sigue siendo sinónimo de estigma, discriminación, rechazo y soledad.

Con 10 años de vivir infectada por el síndrome, sigue sin atreverse a dar la cara, a pesar de que su contagio se dio de la forma en que miles de mujeres lo contraen; siendo el portador su marido y la causa, su confianza ciega en que el SIDA no entra en un matrimonio ni en una relación en donde los votos matrimoniales se toman como una garantía:

“Peor error no podemos cometer las mujeres, que por estar casadas no pensamos en el uso del condón como protección de vida, y esta se nos va, al creer ciegamente que el estado civil, de mujer de hogar nos hace inmunes al contagio”.

Agradeciendo a Dios vivir para contarlo, afirma que días como este son fundamentales para hacer visible la necesidad de que la lucha contra el SIDA sigue y debe de seguir, pues aun cuando no es sinónimo de muerte, es un hecho que sigue sin tener cura…pero más allá de lo clínico, a nivel sociedad persisten daños emocionales, laborales, familiares para quien es portador del virus, como es su caso:

“Por mucho avance que se han tenido en varios aspectos, en el terreno personal no se ha avanzado mucho, por ejemplo en mi caso, no lo sabe toda mi familia, solo mi madre y mis hijos, que adolescentes, los he educado en el sentido de -porque no me quedó de otra-, que el SIDA es como cualquier otra enfermedad, incluso saben que mi contagio fue, tanto por su papá como por creer lo que la mayoría de las mujeres siguen pensando; que las casadas y los hombres enamorados de sus esposas y su familia son inmunes al contagio, esta ignorancia, este cerrar los ojos fue lo que llevó a mi marido a la muerte y a mí a ser seropositiva”.

Madre de familia, trabajadora de una oficina de gobierno del estado, Silvia N. en la plenitud de sus 37 años de edad comparte que como beneficiaria del apoyo institucional para la atención de su enfermedad, menciona que en su relación con los compañeros de infortunio, comprueba que más que las consecuencias físicas están las emocionales, porque a pesar de los avances, de las campañas contra el SIDA, la realidad es muy distinta a lo ideal:

“Lo ideal sería que la discriminación, el rechazo no existiera, que nos hicieran efectiva la inclusión, la solidaridad, que se borrara el estigma de que tenemos SIDA por pirujas o promiscuas, en el caso de los hombres que se le relacionara con la homosexualidad y la prostitución, pues está demostrado que los casos que existen, el mayor peligro lo vive la población heterosexual, las mujeres casadas, las amas de casa y que cualquier hombre que se resiste por machista a usar condón está en peligro de contagio.”

En este sentido la Dirección de Prevención y Protección a la Salud a cargo del doctor Luis Fernando Garza Frausto, informa que es casi un millar de personas que tiene registradas la Secretaría de Salud:

-En Tamaulipas se les da atención, medicina y estudios a las personas que son detectadas y están registradas en los Centros Ambulatorios de Prevención y Atención de Pacientes con Enfermedades de Transmisión Sexual (CAPASITS), ahí están recibiendo no solo los fármacos y estudios necesarios en el tratamiento del síndrome, sino que reciben una serie de pláticas, de terapias que los ayuden en lo emocional.

En cuanto a la edad, va de los 18 y los 35 años, sobre todo en los jóvenes de 20 a 30 años, aunque se han dado casos incluso en niños que son contagiados por su madre desde el vientre.

El funcionario de la Secretarìa de Salud, reconoce que es la prevención el arma más efectiva que se tiene contra el SIDA :

“Y aquí todos podemos hacer algo, desde la sociedad civil, desde la parte institucional y desde la casa, educando a nuestros hijos en el ejercicio de una sexualidad con responsabilidad.”

SIDA: Mujeres en riesgo

Por su parte, la única activista mujer que hay en Tamaulipas en la lucha contra el SIDA, a través de su Asociación Civil Concepto VIH-SIDA y ETS –Enfermedades de Transmisión sexual, Sonia González, que con un espíritu solidario con las de su género, cumple ocho años en la lucha, no solo recorriendo diversos países, sino llegando a las colonias más marginales de esta capital, en donde ha detectado que la violencia de género y el SIDA pueden ir de la mano:

-Por eso es la alerta, por eso es el compromiso de llegar hasta estos grupos de mujeres y trabajarles desde autoestima hasta el cuidado de la salud, sobre todo en estos momentos donde es evidente que la feminización del SIDA es una realidad, ya estamos a la par en el contagio -54% son hombres, mientras que el 46% mujeres- que nos hablan que si antes por cada cinco hombres enfermos había una mujer, ahora los casos ya van casi uno a uno.

Para la activista hay factores determinantes en lo anterior siendo estos; el machismo, la falta de educación y la dependencia económica.

Agrega además que lo que está contagiando en el caso de las mujeres es el exceso de confianza, pues aunque hay otros medios de contagio, en su inmensa mayoría este se da por la vía sexual:

” Aún y con todos los programas, con toda la lluvia de información que parece haber al respecto, en lo íntimo, en el terreno personal las mujeres siguen cerrando los ojos a una realidad que señala que cada vez son más las amas de casa las infectadas, que las mujeres que ya tienen el síndrome les fue trasmitido por sus maridos, que estos siguen negándose al uso del condón aunque en ello les vaya la vida.”

Y por si esto fuera poco, a nivel sociedad el estigma sobre quienes padecen la enfermedad sigue dándose, porque siendo una enfermedad netamente de transmisión sexual y esto en colectivo es asociado con el pecado, con lo malo…el resultado es rechazo, marginación, exclusión.

Por ello se pronuncia a que la lucha contra el SIDA no sea solo de un día, sino de manera permanente:

“Quienes tienen la desgracia de llegar a tener el mal están pagando las consecuencias, cuando todas y todos podemos estar expuestos al contagio, pues el SIDA no respeta edad, condición social, ni sexo”

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