Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Convivios y reflexiones

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Con el mes de diciembre comienza a desarrollarse una actividad tradicional no solamente en nuestra ciudad, sino en todo el país y en otros del mundo: los convivios con motivo de la Navidad se hacen presentes desde el día 1 hasta la fecha en que celebramos tan especial y singular fecha.
Las empresas y dependencias, grupos de amigos y de otra índole se reúnen para convivir y agradecer el apoyo prestado durante el año que concluye, y por lo general, los titulares regalan un discurso en el que privilegian la participación de todos sus colaboradores, así como también, hay algún banquete y una ya casi obligada rifa de regalos.
No falta quien se pregunte por qué inician en fecha tan temprana. Sencillo: hay pocos sitios para convivir de esta forma, y todos quieren su posada o convivio, lo que hace que se tenga que distribuir la cantidad de grupos en la población con los lugares correspondientes.
En el caso de los trabajadores del Sindicato Unico de Trabajadores Académicos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, este 2 de diciembre se llevó a cabo la comida en conocido centro social, aunque dicho sea con toda honestidad, faltó algo en el ambiente, amén de la presencia del rector José María Leal Gutiérrez, quien no pudo asistir a la convivencia con los profesores, por razones que no fueron dadas a conocer.
En el marco de este convivio, los profesores de la UAT afiliados al SUTAUAT estuvimos reunidos conviviendo y escuchando el mensaje del secretario general del mismo sindicato. Cabe hacer mención que por lo general se llevan a cabo tres convivios, uno para cada zona laboral del estado, es decir, norte, centro y sur. Ayer tocó el turno a Victoria y la zona centro.
Pero hablamos de los convivios. Hay quienes también suponen que es un gasto superfluo porque piensan que esos recursos bien pudieran dedicarse a otros rubros, según el caso de cada dependencia o empresa, sin embargo, hemos de coincidir con las voces que piensan que es básico el poder convivir con quienes dirigen, y sobre todo, porque todos esperamos una felicitación o palabras de aliento acerca del trabajo realizado durante todo un año.
Diciembre es un mes de reflexiones, y el caso laboral es fundamental. Podría pensarse que algunas personas, al salir de este tipo de convivios, se motivan aún más para seguir trabajando con entusiasmo.
Y en estos días se vienen en cascada los convivios: ya de una parte u otra nos invitan a éstos, y también se tiene, como dijimos antes, la maravillosa oportunidad de lograr establecer una buena y cordial relación con nuestros iguales y con los superiores, así como también con los subordinados.
Otro punto a tomar en cuenta es el hecho de que en estos días la economía de los sitios para banquetes, restaurantes y hoteles tienen una activación importante en su economía, ya que es un buen dinero el que se queda en arrendamiento y banquetes, así como todo lo que concierne a ello.
Independientemente de lo anterior, también hay compras importantes en tiendas departamentales y bodegas, así como mueblerías, porque todavía en muchos lugares se llevan a cabo rifas de electrodomésticos y otros productos, lo que hace atractiva la convivencia.
Hay muchas personas que van prácticamente con la esperanza de ser afortunados en las rifas, pero pensamos que lo más importante es el poder reunirse con toda la planta laboral a convivir, a conocerse un poco, y a fortalecer los lazos de convivencia y amistad, que es lo que, finalmente, nos queda a todos.
Claro que en estos días también se exagera en el consumo de bebidas alcohólicas, y eso hace que las posadas se conviertan en un peligro para los automovilistas y transeúntes, porque se incrementa el número de accidentes.
El caso es que la navidad nos lleva a convivios que tienen que ser manejados de una forma responsable, dado que una desgracia puede dejar secuelas importantes.
No podemos dejar a un lado el mencionar los convivios personales y de pequeños grupos que, por lo general, están salpicados de una buena convivencia y el intercambio de regalos, algo también típico, que nos permite acercarnos un poco más con los que generalmente tienen prioridad en nuestras relaciones interpersonales.
Hay quienes piensan que este tiempo no debe de manejarse en el ámbito de las convivencias sociales o pensar en los regalos, porque es una temporada en la que debe fomentarse la espiritualidad.
Puntos de vista distintos, pero todos respetables aunque no estemos de acuerdo con ellos.
El caso es que la temporada debemos tratar de vivirla de la mejor manera posible, y evitar malos ratos, procurar que los lazos personales se hagan más sólidos, pero sobre todo, según nuestra convicción, disfrutarlos en toda su magnitud.
Las posadas, las cenas y banquetes, hoy en día, han tomado un papel prioritario en un diciembre aquejado por intensos fríos y un panorama poco halagador en distintos aspectos.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!

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