La visita del secretario de gobernación a Nuevo Laredo tuvo un doble mensaje para las autoridades estatales y municipales que están por terminar su gestión, y para las que entrarán en funciones a partir de primer día de enero del próximo año.
Francisco Blake Mora, sin duda el hombre fuerte del presidente Felipe Calderón, trajo a Tamaulipas un mensaje directo a las autoridades tamaulipecas que están por irse, y fue muy claro al decir que el compromiso del presidente de la República es terminar con la inseguridad que domina la entidad, y que ninguna autoridad estatal o municipal quiso resolver con sus instancias de seguridad pública.
Fue claro, al menos para mí lo fue, debido a que las autoridades que se van poco o ya nada podrán hacer en ese rubro, el que dejarán como herencia maldita a quienes les sucederán, y aunque serán los nuevos gobernantes en los 43 municipios y en la entidad los que mandarán, la debilidad política con que iniciarán, será factor importante como para que el gobierno federal intente moldearlos a su modo, tomando como argumento la inseguridad.
Blake Mora lo sabe y por eso vino a Tamaulipas, y por eso fue la diputada federal del PAN, Leticia Salazar, quien fustigó con todo el rigor de sus argumentos y de sus palabras, la forma en que la inseguridad hizo caldo de cultivo a los municipios de la frontera chica.
Cuántas veces el obispo de esta diócesis, Gustavo Rodríguez Vera lo dijo, y cuántas veces fue negado por las autoridades, de que la inseguridad y la violencia abarcaban ya vastas regiones del norte de la entidad.
Cuantas veces también los habitantes de esa región solicitaron con urgencia el apoyo de las autoridades para que retornara la tranquilidad a sus hogares, y de la misma forma, nada ocurrió y por el contrario, la inseguridad se recrudeció.
El secretario de gobernación lo refrendó cuando dijo que ciudad Mier es punto de interés del gobierno federal, y se comprometió a erradicar la violencia y la inseguridad con toda la fuerza del Estado.
¿Para qué hubo que esperar a que se llegara esto, si nuestras autoridades tuvieron todo como para evitarlo desde hace años, incluyendo a las federales?
Pero es obvio que esto tiene además un fondo político electoral ante la cercanía ya, de las elecciones del 2012 (pero antes del del próximo año en el Estado de México), por ello es que el PAN, como partido en el poder, requiere de todo tipo de acciones para convencer a los ciudadanos de que antes de dicho proceso, la inseguridad terminará, al menos en Tamaulipas y probablemente en otras entidades flageladas por el mismo mal.
Y si es así, ¿qué nos importa a los ciudadanos que los partidos se disputen al electorado si la posibilidad de que se resuelva ese gravísimo problema puede ser una realidad?
Si bien Blake Mora fue enfático en las intenciones que tiene el presidente Calderón con relación a la inseguridad que priva en Tamaulipas, la diputada federal Leticia Salazar dio la puntilla, con cifras, datos y números que incomodaron a más de uno de los funcionarios que estuvieron presentes en la ceremonia de arranque del Programa Paisano.
Y para no variar, se dijo que la Secretaría de Gobernación estará muy vigilante de los abusos y extorsiones que padecen en su tránsito por esta ciudad rumbo a distintos municipios del interior del país.
Es una realidad insoslayable el que en esta temporada son víctimas de todo tipo de abusos y de vejaciones, nada menos que por parte de policías municipales y de agentes de tránsito, quienes ven en ellos un rico filón de oro.
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En la ceremonia de honores a la bandera de ayer lunes, como siempre ocurre desde hace más de dos años, la mayoría de los regidores faltó a ella, algo que se hizo costumbre a lo largo de esta administración, y lo criticable es que nadie hizo nada para evitarlo, y por el contrario, solaparon sus abusos y excesos, los que espero no se vayan a convertir en norma para los siguientes regidores.
Pero así como nunca trabajaron ni hicieron algo para el beneficio de la sociedad, sí tuvieron el descaro para pedir al alcalde, bueno, a esta administración, ese famoso bono trienal que en un momento dije sería de 500 mil pesos.
Parece ser que no será esa cantidad, pero sí un jugoso bono de 300 mil pesos que se ha mencionado será para cada uno de los 23 sujetos que dicen ser representantes del pueblo. ¿Cuál pueblo?, preguntaría.
En comentarios anteriores había hecho algunos cálculos interesantes sobre lo que recibirán esos señores y señoras este fin de año, tomando en cuenta su abultado salario de 60 mil pesos, su aguinaldo de 40 mil pesos y ese bono trienal, lo que equivale al salario de 50 trabajadores de salario mínimo en una maquiladora durante 10 años. ¿No le parece a usted incongruente?
Veremos cómo entrarán los nuevos regidores el próximo año, y si serán menos o más holgazanes que los que se van. Tendremos que esperar a ver los resultados, pero considero que cualquier cantidad que fuera la autorizada para esos regidores como bono trienal, sería una ofensa tanto para el sentido común como para esa parte de la sociedad que sobrevive con un salario mínimo.
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Algo que no solo me llama la atención sino que además me llena de admiración, es la labor altruista que ha realizado a lo largo de seis años, es decir, durante el presente sexenio, la licenciada Yolanda Asaad Asaad, sí, tía del secretario de educación estatal.
Y me llena de admiración porque he sido testigo de la gran labor que ha realizado casi siempre de manera oculta y sin tanto reflector, en beneficio de personas que han necesitado su apoyo para conseguir un equipo ortopédico o un aparato funcional. Ella siempre ha estado al frente d esas necesidades, y por ello creo que merece todo el reconocimiento de la sociedad, porque a pesar de que ella no dona los equipos, su entrega a esa labor la hacen indispensable en cualquier organismo que se dedique a dar un poco de lo que tiene, para hacer feliz a los demás.
Por ello doy mi reconocimiento y mi admiración a Yolanda, por esa entrega y esa pasión con que ha realizado su trabajo. Solo espero que continúe al frente de la Beneficencia Pública en esta región.
Hasta mañana
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