Una de las cosas que más identifican a nuestro país en todo el mundo es fu fe católica, y sobre todo, la fe guadalupana. El culto a la Santísima Virgen María de Guadalupe tiene una connotación histórica muy interesante: nos lleva al cerro del Tepeyac, donde dice la historia que Juan Diego encontró a la morena y ella le pidió le construyera un templo.
Vienen muchas anécdotas en esta historia, todas muy interesantes, y dan vida al culto mexicanísimo que este 12 de diciembre tiene su fiesta principal: los mexicanos veneramos a la Guadalupana y hacemos gala de una enorme fe que se manifiesta en los miles de personas que acuden a su santuario principal, en la ciudad de México, donde muchos inclusive llevan a cabo acciones inhumanas en aras de ser perdonados o alcanzar un favor; otros tantos, lo hacen en señal de agradecimiento.
Y en prácticamente todo el país existe una iglesia, templo, santuario o catedral donde se le venera. Muchos sitios encuentran en esta fecha lo más significativo para conmemorar, y hay grandes fiestas, que son coloridas, con danzantes que interpretan piezas autóctonas y muchas cosas más. No faltan, obviamente, los fuegos pirotécnicos y las tradicionales mañanitas.
Cada año, en la Basílica que se encuentra en el Distrito Federal se dan cita muchos artistas nacionales para cantar esta pieza y muchas más. Es una fiesta en la que la gente acude por su fe y para ver de cerca a algunos de sus artistas favoritos.
Pero quizá lo más importante este año es la disminución de peregrinaciones que se ha registrado en el país por asuntos que todos conocemos y que han orillado a muchos a no querer salir de casa. La crisis económica también tiene su cuota de responsabilidad en este sentido, y un clima que en este 2010 se ha ensañado un poco con nosotros, provocando el incremento en las estadísticas de enfermedades respiratorias.
Y dentro de esa fe guadalupana, los mexicanos tenemos esperanza de que cambien las cosas en esta nación tan castigada en los últimos años y meses, y que ha sufrido una serie de inconvenientes que afectan sobremanera a todos. La fe, dicen los que saben, mueve montañas, y eso es lo que pensamos aún, pese a las cosas que nos han tocado vivir.
Pero, muchas veces somos tan especiales que dejamos toda la carga de trabajo y aspectos que tienen que ver con una sana convivencia a la Guadalupana, a la Virgen milagrosa, sin tener nosotros que hacer un esfuerzo, por mínimo que sea, en aras de poder mejorar, ya sea nuestra salud, estado de vida, economía o cualquier otra circunstancia que nos llegue a afectar, pero que con esfuerzo personal podemos sacar adelante.
Y es que pese a nuestras creencias religiosas, no podemos dejar la carga a un milagro o un acto de fe: si no ponemos entusiasmo y talento, difícilmente se podrá lograr algo. Aquí cabe aquel dicho que reza: “Señor, no te pido que me des, sino que me digas donde, para ir a tomarlo”.
Hay mucho qué hacer para mejorar esta nación, y la responsabilidad es de todos, sin lugar a dudas. Somos unos convencidos de que México debe crecer de una fuerte manera para permitirnos salir adelante, para salir de ese tremendo bache que vivimos hace ya diez años y que no ha dejado absolutamente nada bueno, aunque algunas voces digan lo contrario.
Deudas, delincuencia, crisis, aumentos a servicios y bienes del gobierno, inflación disfrazada por el Banco de México son algunos de los muchos problemas que vivimos en este país y que esperamos se despejen a partir del año 2012, que buena falta nos hace.
En la capital de Tamaulipas se llevaron a cabo una serie de peregrinaciones al Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe ubicado allá en la loma, a lo alto de la ciudad, y a donde se lleva a cabo una serie de eventos para recordar tan importante fecha.
Estas marchas tienen muchos significados, y la mayoría de la gente no sabe a qué va, pero los que entienden de estas cosas, saben que irán a pedir algún favor o a cumplir con un compromiso contraído, aunque quizá el más importante sea el que debemos tener cada uno de nosotros, dentro de nosotros mismos, porque de nada sirve ir a caminar muchas cuadras para llegar, hacer una oración, escuchar la Misa y salir a ser como siempre.
La idea, suponemos, es mejorar en el aspecto personal, porque si no, de nada sirve.
Este día es muy especial para nosotros los mexicanos, y, católicos o no, celebramos a la patrona de nuestra patria, ya sea haciendo causa común con quienes tienen una manifestación más clara que nosotros, o en silencio, que muchas veces tiene mejor significado y por consecuencia, mejores resultados.
Esperamos que los operativos de seguridad y vialidad estén trabajando todo el día con calidad, para que el tráfico y demás aspectos no entorpezcan tan especial y significativa fecha.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!
