POR LA ESPIRAL/Claudia Luna Palencia

0

-Comprar por comprar no es bueno
-Guardar comprobantes y garantías
-Un consumidor racional más feliz

Comprar por comprar es casi lo más habitual en este último tramo del año, aunque un poco después surgen los arrepentimientos y resulta que la prenda, aparato o juguete adquirido queda arrumbado en algún lugar de la casa.
A muchos consumidores sucede que, cuando quieren devolver el producto, no cuentan con el ticket de compra, inclusive tampoco toman la precaución de sellar la garantía.
Al respecto, la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) recomienda que los consumidores guarden el comprobante de compra así como la garantía sellada a fin de que en todo momento ejerzan su derecho de regresar el producto bien porque es una devolución o reclamación por desperfecto. Es muy importante la garantía sellada.
Un buen número de quejas atendidas por Profeco contra proveedores de servicio o tiendas departamentales está relacionada con fallas en los aparatos eléctricos e incumplimiento en los detalles de la promoción.
Fundamentalmente las reclamaciones no proceden precisamente porque el consumidor extravió el comprobante de compra y la garantía carece de sello, sobre todo en aparatos eléctricos; y también porque el consumidor no leyó su compromiso de compra por ejemplo adquirir aparatos eléctricos que únicamente cuentan con 7 días de garantía o computadoras con 15 días de cobertura por la tienda.
En épocas de oferta, la gente compra y no suele preguntar cuándo expira la garantía o con quién hay que hacerla valer en caso de necesidad y es que entre la tienda, proveedor y fabricante, unos a otros se pasan la responsabilidad.
Más vale tomarlo en cuenta así como el consejo de reflexionar más de una vez, si en estos días vale la pena dejarse llevar por la compulsión de comprar máxime si se trata de hacerlo con la tarjeta de crédito porque los intereses, pago del mínimo y CAT anual terminarán golpeando el bolsillo.
Si compra aparatos eléctricos revíselos muy bien y haga valer sus derechos en caso de desperfecto. Cuidado con las ventas mañosas que dicen oferta y con letras chiquitas indican que no aceptan devoluciones en la mercancía.
Lo mismo mucha atención con los pagos a crédito de los llamados “abonos chiquitos” porque iniciará el año con una deuda que andado el tiempo pagará hasta 4 o 5 veces, no verá como salir de ella.
A COLACIÓN
En otras tantas columnas hemos hablado de educación financiera, un principio básico es educarnos para ser consumidores racionales, no actuar todo lo contrario cayendo fácilmente en las compras compulsivas. Aquello de gastar para ser feliz no llena vacíos emocionales.
En todo caso tenga en cuenta lo siguiente: 1) El tercer y cuarto trimestre del año existe una mayor propensión en las personas y familias para realizar una serie de compras o inversiones. Es cuando se toman las mayores decisiones de qué hacer con el dinero ahorrado, el reparto de utilidades de la empresa, aguinaldo, caja de ahorro y otras prestaciones. El segundo semestre del año permite entonces gastos como comprar un coche usado, seminuevo o un modelo directo de la agencia; lo mismo puede decidirse de manera mancomunada, con la pareja, llevar a cabo una inversión patrimonial. La más importante es comprar un departamento o casa. Es un buen momento para juntar el dinero de los dos (si ambos trabajan) y antes de decidirse con libreta y pluma en la mano hacer números reales de cuánta mensualidad puede pagarse por una hipoteca y a qué plazo.
2) A partir del segundo semestre, en especial, los tres meses de la última recta del año, es cuando las agencias automotrices una vez colocados en exhibición los nuevos modelos registran la mejor época de venta tanto a crédito como al contado. Comprar un automóvil debe ser una decisión muy bien pensada requiere responder si en verdad está en cabalidad para hacer frente a todos los pagos que representa tener un automóvil. Hay que valorar si el automóvil resuelve el problema de transporte o todo lo contrario, no se ahorra tiempo y considerar los gastos adicionales como pago de impuestos, alarma, seguro anual, gasolina, estacionamiento; etc.
3) El consumidor racional no debe dejarse influir por la moda, los cánones del momento, compañeros de oficina ni por la penetración mediática que seduce a comprar y gastar de manera innecesaria. El problema es que los medios de comunicación, sobre todo la televisión por la atracción visual, ejercen de instrumento educativo y control de las masas para, entre otras cosas, motivar a comprar. En la última década es notable el impacto de la televisión en un mercado fácilmente manipulable como son los infantes, niños y niñas de hoy son fanáticos consumidores con una propensión hacia la tecnología y los celulares.
4) Es muy importante que los padres se pongan de acuerdo y orienten a sus hijos, los eduquen para ubicarlos de que no siempre les pueden dar gusto en todo lo que piden. Seguramente usted amigo lector no ha notado cómo incrementa la cuenta del supermercado cuando lleva a sus hijos a las compras de la semana, también una mayor parte de las cosas que son compradas terminan desperdiciadas o abandonadas en la alacena.
A los niños, desde pequeños, debe inculcárseles el valor del cuidado del dinero, ahorrarlo, saberlo gastar y elegir; créame que elegir entre una gama de opciones les hará felices, crecerán teniendo poder de decisión.
5) Llevar la tarjeta de crédito a todos lados es un pasaporte abierto a caer en la tentación de comprar y comprar, sobre todo en estas fechas donde los locales bombardean con cartelones de oferta. Si sale, aprenda a ajustarse a una determinada cantidad límite de dinero en efectivo.
Con el plástico, al no ver el dinero desembolsado en el momento, primero proporciona un efecto de bienestar que se disipa en cuanto llega el odioso estado de cuenta y entonces comienzan los problemas. Si tiene más de una tarjeta de crédito lo único que le puedo decir es que aprenda de sus errores.
P.D. Le invito a que opine del tema en mi blog http//claudialunapalencia.blogspot.com.

(Visited 1 times, 1 visits today)