ANECDOTARIO.
POR JAVIER ROSALES ORTIZ.
RELATO 1.-En la cabalgata no se hablo de otra cosa.
Los jinetes indiscretos se pasaban de boca en boca una versión que sin querer le da forma a la figura de quien podría ser uno de los colaboradores más importantes del ingeniero, Egidio Torre Cantú, gobernador electo de Tamaulipas.
Entre empujones de los cuacos los cabalgantes se arrebataban la palabra pero, quedito, mencionaban el nombre del ex gobernador de Tamaulipas, el doctor Norberto Treviño Zapata, cuyo legado cobrara nuevamente fuerza, en razón de que uno de sus descendientes será el próximo Secretario de Salud.
Ellos, los jinetes, se cubrían la boca con la mano para evitar que su voz llegara a oídos indiscretos, pero el rumor se multiplicó y nada lo pudo detener.
Así pues, se hablo de que el próximo secretario de esa dependencia será el hijo del ilustre tamaulipeco, de nombre Norberto Treviño García Manzo, de profesión médico, cuya trayectoria la habría desarrollado fuera de Tamaulipas.
Fue, Don Norberto, médico catedrático de diversas universidades, entre ellas la UNAM, de estirpe norteña y director del Hospital de Matamoros.
Hijo de madre jaliciense, él fue diputado federal y el Hospital General de Ciudad Victoria lleva su nombre.
A los 87 años Don Norberto falleció, pero tiene descendientes y uno de ellos está ubicado para ocupar una de las carteras más sensibles del servicio público en Tamaulipas, porque tiene que ver con lo más sagrado, con la vida.
Trascendió también entre el olor y la belleza de los cuacos que en los próximos días se le organizara en Ciudad Victoria, lugar donde nació, un homenaje póstumo a Don Norberto, en el que estaría presente su hijo, quien ahora se mencionan como firmes prospectos para ocupar tan sobresaliente cargo.
De igual manera, algunos jinetes consideran que ese será una buena oportunidad para que los familiares de Don Norberto se entrevisten con el gobernador electo, independientemente de los contactos que vía telefónica, han establecido.
La versión tiene sentido, con base a que el actual Secretario de Salud, Juan Guillermo Manzur Arzola, se descartó para repetir en el cargo, en razón de que con 33 años de servicio, piensa regresar un tiempo al Hospital Civil.
Juan Guillermo ha desarrollado un trabajo discreto, pero brillante al frente de esa dependencia, con lo que le dio continuación a la acertaba conducción del Doctor, Rodolfo Torre Cantú.
El descendiente de Don Norberto sería el primero en asomar la cara si la versión tiene sustento.
Y los jinetes apuestan doble contra sencillo.
Que no están equivocados.
RELATO 2.-Un niño de escasos 6 años se acercó al locutor más veterano del Gobernador, Eugenio Hernández Flores, en el Ejido El Refugio, he inocente le preguntó:¿Verdad que usted es el doctor Rodolfo Torre Cantú?. Su carita se iluminó y prosiguió: “Que bueno que regreso”.
El locutor, de un físico muy similar al del ex candidato, tomo aire y le contestó con un nudo en la garganta: “No hijo, el doctor está en el cielo”.
Como no conmoverse con una pregunta tan sincera que brota por la boca de un infante que aun recuerda cuando el Doctor estuvo en su comunidad y poso la mano en su cabecita cariñoso.
Eso y otras cosas aderezaron a la Cabalgata del Bicentenario que con éxito encabezó aquí Eugenio, tan ordenada, tan nutrida de participantes y tan llena de las más distintas sensaciones.
“Adiós mi vida”, le gritaban las mujeres maduras a Eugenio a su arribo a Victoria en su espectacular caballo. “Ese es mi gober”, entonaban los varones a su paso y le lanzaban saludos con cariño y con respeto.
Fue una cabalgata cálida, emotiva y muy tranquila, que se sacudió los negros nubarrones que se presagiaron y que se perdieron en la nada.
Un ingrediente más para que se ratifique que Eugenio entro y saldrá por la puerta de frente, con la cabeza en alto y con una popularidad bien conquistada.
Porque queda constancia de que su pueblo lo quiere.
Y por ello será bien recordado.
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