Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Un buen proyecto

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Cuando llega alguien a un cargo de elección popular para gobernar, tiene que considerar una serie de aspectos que le permitan satisfacer las necesidades de una población muy diversa: gente de la ciudad y del campo, personas con capacidad económica sobrada, suficiente, justa, precaria y prácticamente nula.
Todos queremos ver las acciones de gobierno en beneficio para nuestras familias. Esa es quizá la labor más difícil: conjugar esfuerzos, satisfacer a todos.
Y decimos que no es nada fácil, poniendo el ejemplo de la familia: cuando tenemos dos, tres, cuatro o más hijos, vemos que todos quieren cosas distintas, todos tienen necesidades diferentes y expectativas que no tienen muchas veces nada que ver con las de los hermanos.
En ese sentido, el gobernador Egidio Torre Cantú seguramente estará muy ocupado con sus colaboradores de primero y segundo nivel, para poder establecer los planes de gobierno en la diversidad de actividades que tienen lugar en un estado tan especial y rico como es Tamaulipas: hay sector productivo diverso que tiene que ver con la pesca, industria maquiladora, parques industriales, pequeña y mediana industria, comercio, exportación, agricultura y ganadería, pero también está el comercio y la burocracia, la iniciativa privada y los servicios que hay que otorgar a todos: salud, educación, infraestructura, seguridad, atención ciudadana, bienestar social y otros más, muchos más; nada fácil resulta pensar en todo para todos con el dinero que se tiene, sabedores que el estado, como el país, tiene una condición económica difícil que nos ubica entre los países llamados “en vías de desarrollo”, anteriormente conocidos como del tercer mundo, o dicho sea llanamente: países pobres.
Entonces, sucede lo que con los jefes de familia: si compran útiles escolares no habrá cine; si compramos ropa de invierno, tenemos que pensar también en las necesidades de vestido para el verano y otros climas que llegan sin aviso previo y en ocasiones propician situaciones de emergencia, como suele suceder con la temporada de huracanes, misma que desbalancea cualquier proyecto de gobierno por los daños que se presentan y que, como todos entendemos, no estaban programados, pero hay que cubrirlos.
Es, insistimos, difícil hacer una proyección que permita que todos quedemos conformes. En el caso de los ayuntamientos, de repente vemos que nos dotan de infraestructura para aliviar los problemas que se originan por los desperdicios: camiones de basura, barredoras, personal y muchas cosas más, pero no estamos conformes porque en nuestra comunidad no hay alumbrado o el pavimento es deficiente, entonces, ¿qué pedir a la autoridad? ¿Qué es más importante o prioritario?
También tenemos que entender que el dinero del gobierno, producto de nosotros mismos a través de una exagerada carga tributaria que no tiene pies ni cabeza en el país, resulta insuficiente para cubrir toda la demanda existente.
En salud, por ejemplo, habrá que atender a gente con diabetes, pero no podemos dejar a un lado a los que sufren de hipertensión, cáncer, Sida, accidentes u otras enfermedades que tienen menos incidencia estadística pero existen y abruman a mucha gente. El sector tiene que distribuir el dinero para que a todos nos toque un poco del beneficio del gobierno.
El ingeniero Egidio Torre está llevando a cabo una serie de reuniones para establecer las directrices del Plan de Desarrollo que será la guía para cumplir con las necesidades de todos, y los funcionarios expondrán su punto de vista y analizarán el contenido para establecer las necesidades, aunque también habrá que ver quién puede obtener el recurso para cubrir todo lo que ha proyectado. Nada fácil se antoja, sinceramente, porque a decir de la gente que vive en la entidad, todo es importante, nada es secundario, porque, insistimos, cada persona, comunidad y ciudad tienen sus necesidades particulares, y todas se deben atender.
En ese sentido, no faltan las voces inconformes que se quejan porque un rubro está atendido en forma deficiente según su perspectiva, porque no han analizado que hay otras personas como ellos que también tienen ilusiones y necesidades, y como en la familia, a todos hay que beneficiar.
No se puede tener un hijo consentido, lo mismo que sucede con los ayuntamientos: somos 43 entidades municipales que, por pequeñas o grandes que sean, deben ser escuchadas y atendidas.
¿Qué espera la ciudadanía del PND 2011-2016?
Seguramente el sector de seguridad estará en la prioridad de las autoridades de los tres niveles y en la mente de cada uno de los prácticamente 3.5 millones de tamaulipecos, pero también está la necesidad de mejorar la calidad de la educación, de propiciar una cobertura total en salud, o de contar con un programa de pavimentación que pueda representar el cambio entre lo que tenemos hoy y lo que debemos tener.
También podemos pensar que se requiere un buen sistema que logre una recolección de desperdicios sin jorobar el medio ambiente, o un plan para que los productores tengan lo que necesitan. Todo eso incluye el Plan Estatal de Desarrollo que construye Egidio Torre Cantú y su equipo de gobierno.
Ya veremos el PND y deseamos que cubra la mayor parte de necesidades, para que beneficie a la inmensa mayoría, aunque, como siempre, no faltará un pesimista que diga que no sirvió. Esos nunca faltan, los renegados, pero son parte también de la entidad, pues.
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