Especias para combatir los daños de derrame cerebral

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Un fármaco derivado de la cúrcuma, la especia que se utiliza en las salsas de curry, podría ayudar al organismo a reparar los daños causados por un derrame cerebral.

Ésa es la conclusión de un estudio que los científicos del Centro Médico Cedars-Sinaí, en Los Ángeles, llevaron a cabo con conejos.

Tras haber obtenido resultados prometedores con animales, ahora planean realizar ensayos clínicos humanos.

El fármaco, como explicaron los investigadores en la Conferencia Internacional sobre Derrame de la Asociación Estadounidense del Corazón, que se celebra en Los Ángeles, logró llegar a las neuronas y reducir los problemas musculares y de movimiento.

Los expertos afirman que el estudio es el primer avance significativo en el desarrollo de un compuesto para ayudar a los pacientes que sufren derrame cerebral.

La cúrcuma es una planta que se ha utilizado durante siglos como parte de la medicina tradicional ayurvédica de India y muchos estudios de laboratorio sugieren que uno de sus componentes, la curcumina, podría tener varias propiedades beneficiosas.

Sin embargo, en su estado natural, la curcumina no puede atravesar la barrera hemotencefálica, que protege al cerebro de sustancias potencialmente tóxicas.

Los científicos estadounidenses modificaron a la curcumina y desarrollaron una nueva versión, llamada CNB-001, que puede atravesar la barrera hematoencefálica.

Las pruebas de laboratorio con conejos relevaron que el compuesto podría ser efectivo en humanos si se suministra en las tres primeras horas tras el derrame, que es el mismo período en el que funcionan los actuales fármacos trombolíticos que se dan al paciente para disolver coágulos.
Reacción en cadena

El doctor Paul Lapchak, quien dirigió el estudio, afirma que el medicamento parece tener un efecto sobre varios mecanismos críticos encargados de mantener a las células cerebrales vivas después de un derrame.

Aunque los ataque cerebrales matan a las células privándolas de sangre oxigenada, esto provoca una reacción en cadena que puede extender el área dañada y un aumento en el nivel de discapacidad que sufrirá el paciente.Sin embargo, en su estado natural, la curcumina no puede atravesar la barrera hemotencefálica, que protege al cerebro de sustancias potencialmente tóxicas.

Los científicos estadounidenses modificaron a la curcumina y desarrollaron una nueva versión, llamada CNB-001, que puede atravesar la barrera hematoencefálica.

Las pruebas de laboratorio con conejos relevaron que el compuesto podría ser efectivo en humanos si se suministra en las tres primeras horas tras el derrame, que es el mismo período en el que funcionan los actuales fármacos trombolíticos que se dan al paciente para disolver coágulos.
Reacción en cadena

El doctor Paul Lapchak, quien dirigió el estudio, afirma que el medicamento parece tener un efecto sobre varios mecanismos críticos encargados de mantener a las células cerebrales vivas después de un derrame.

Aunque los ataque cerebrales matan a las células privándolas de sangre oxigenada, esto provoca una reacción en cadena que puede extender el área dañada y un aumento en el nivel de discapacidad que sufrirá el paciente.

Según el doctor Lapchak, el CNB-001 parece reparar cuatro “vías de comunicación” celular que se sabe son las encargadas de provocar la destrucción celular fuera de control.

“El CNB-001 tiene muchos de los mismos beneficios de la curcumina pero parece ser una mejor alternativa de tratamiento para el derrame agudo debido a que puede cruzar la barrera hematoencefálica” dice el investigador.

“El compuesto se distribuye rápidamente en el cerebro y modera varios mecanismos críticos involucrados en la supervivencia de neuronas”, afirma el científico.

Sin embargo, el investigador agrega que aun cuando se planea llevar a cabo ensayos clínicos humanos, todavía llevará algún tiempo obtener un nuevo tratamiento.

El derrame cerebral es una de las principales causas de discapacidad en adultos.

Actualmente no existen tratamientos que puedan proteger a las neuronas después de un derrame cerebral.

Las terapias disponibles, como los fármacos trombolíticos, funcionan limitando los daños que pueden causar estos eventos en el cerebro, pero deben suministrarse inmediatamente después de que el paciente sufre el derrame.

Según la Organización Mundial de la Salud unas 5,5 millones de personas mueren a causa de un derrame cerebral cada año en el mundo.

Y quienes logran sobrevivir el evento experimentan discapacidad que puede ser desde moderada a grave, como pérdida de visión y/o habla y parálisis.

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