
– Director envío quejas ante la CNDH.
Gastón Monge/EnLíneaDIRECTA
Nuevo Laredo, Tamaulipas.- A raíz de una serie de amenazas recibidas en la Casa del Migrante ‘Nazareth’ de esta frontera, elementos de la Policía Especial de Tamaulipas (PET) y de la Policía Federal (PF), llevan a cabo de manera permanente la vigilancia en dicho albergue, para garantizar la seguridad de los migrantes y del personal que labora allí.
Ello, debido a que desde inicios del año, las amenazas fueron recurrentes contra el personal del Centro de Derechos Humanos del Migrante, y contra migrantes centroamericanos que fueron amenazados o extorsionados por desconocidos.
El director del alberge, el sacerdote católico Gianantonio Baggio, comentó que las quejas fueron turnadas ante la CNDH ‘hace unos meses’, pero que el organismo las documentó junto con denuncias similares de los albergues ubicados en Arriaga, Chiapas; San Luis Potosí; Saltillo y Piedras Negras, en Coahuila, aunque apenas fueron dadas a conocer de manera pública.
Sin embargo, recordó que hace un mes envió una queja al organismo, debido a amenazas recibidas vía telefónica, pero dijo que se trató de “una de esas llamadas que recibe todo mundo”.
Baggio declinó detallar sobre las amenazas, ya que fueron hechas contra personal del centro de Derechos Humanos y migrantes, por lo que dijo que aunque conoce los casos, no puede hablar por ellos.
“Por tal razón solicitamos protección a las autoridades y la implementación de medidas para nuestra protección, por lo que hacen rondines todos los días, ya que la CNDH sabe de esto”, expresó.
A raíz de que la policía municipal de esta ciudad dejó de patrullar las calles, de acuerdo al sacerdote, hay más tranquilidad entre los migrantes, porque ya no se sienten amenazados por ellos, “y estamos más tranquilos cuando no hay policías municipales”, expresó.
Ante la constante inseguridad en las Casas del Migrante en la ruta Chiapas Nuevo Laredo, la CNDH solicitó a las autoridades responsables de la seguridad pública en el país medidas cautelares para la protección de los migrantes en tránsito, por ser más vulnerables que los que llegan a los albergues.
Durante el primer semestre del año, que ayer terminó, la Casa del Migrante brindó atención humanitaria a dos mil 600 migrantes, de los que la mitad fueron mexicanos deportados y el resto centroamericanos, principalmente de Honduras, El Salvador y Guatemala.
Esta cantidad es similar a la presentada en el primer semestre del año pasado, y aunque la cantidad bajó ligeramente este año, las cifras se mantienen.