Chris Staniforth (20), habitante del Reino Unido, falleció luego de jugar por varias horas con la consola de videojuegos Xbox 360. El diagnóstico fue una trombosis venosa profunda, mal originado por largos períodos de inactividad.
De acuerdo al Daily Mail, el joven se desmayó luego de comentarle a un amigo que sentía dolor en el pecho. La trombosis producida en el joven inició en la pantorrilla izquierda, ello antes de alcanzar sus pulmones, donde se convirtió en algo mortal.
Según el padre de la víctima, su hijo permanecía por lo menos 12 horas al día jugando con la consola, fabricada por la compañía Microsoft. “Chris vivía para su Xbox”, sostuvo.
Por su parte, el fabricante recalcó que siempre alienta el juego responsable. “Recomendamos a los jugadores tomar descansos periódicos para el ejercicio, así como hacer tiempo para otras actividades”.
