“Por sus obras los conoceréis”, reza aquella filosófica frase, y cuánta razón existe en la misma cuando se vienen a la mente los hombres que han trascendido. Norberto Treviño Zapata fue un ser humano que sobrepasó aquellas barreras de la historia para convertirse no en un ex gobernador, no en un ex político, sino en un ser humano con capacidades y virtudes excepcionales.
Quienes tuvimos oportunidad de conocerle, supimos de su enorme calidad humana; el ex gobernador compartió algunos momentos muy importantes con nosotros. En una ocasión tuvimos la oportunidad de hacer una entrevista para un medio local, y en ella puso de manifiesto una serie de virtudes que lo han colocado en la historia del Tamaulipas moderno como uno de los gobernadores más queridos por el pueblo.
Sabedor de la importancia de ser parte de la comunidad, Treviño Zapata supo ganarse el afecto de sus coterráneos en base a un sinnúmero de acciones que dejaron obras, gestiones y muchas otras actitudes, pero principalmente, el hecho de saberse un ser humano como todos lo hizo especial: siempre tuvo la sonrisa y el saludo para cualquier persona.
Gobernador de Tamaulipas en la década de los cincuentas, fue el responsable de la creación del Conjunto Típico Tamaulipeco, uno de los más importantes emblemas culturales y artísticos que ha tenido el estado; embajadores en diversas partes del mundo y el país, los músicos y bailarines supieron de su calidad humana porque recibieron el apoyo siempre generoso y humano del gobernante, del hombre, el amigo de todos ellos.
La vida nos ofreció oportunidades de convivir con el doctor Norberto Treviño Zapata: la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, cuando realizaba sus eventos de aniversario siempre contó con la presencia de tan distinguido tamaulipeco; recordamos esos eventos en el aula magna de esa escuela, donde el director de la misma y su gran amigo Fernando Arizpe García estaban siempre cercanos, con un grupo de ex colaboradores que, hasta sus últimos momentos le acompañaron brindándole la amistad y afecto que supo ganar a través de sus muchas obras y acciones.
Tan ilustre tamaulipeco nace en el año de 1911 en la fronteriza ciudad de Matamoros, y desarrolla una importante carrera como médico y político.
Norberto Treviño Zapata egresó de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Ejerció su profesión en la Ciudad de México y se desempeñó, además, como maestro de Clínica de Gastroenterología. Fue Jefe de la Unidad de Gastroenterología del Hospital General y tuvo a su cargo la Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA), así como el Departamento de Higiene Escolar de la Secretaría de Educación Pública (SEP).
Fue electo Diputado federal por el distrito electoral de Matamoros de 1952 a 1955. Se le eligió Gobernador de Tamaulipas para el periodo 1957-1963, y con ese carácter fundó la Escuela de Trabajo Social y la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).
Norberto Treviño Zapata fue también Director del Instituto de Protección a la Infancia y Embajador de México en Italia. Murió el 13 de agosto de 1998 en la Ciudad de México.
Sus restos reposan en la Rotonda de los Tamaulipecos Ilustres, donde se llevó a cabo el homenaje a cien años de su nacimiento. Un siglo ha pasado desde que vio la luz primera y hoy por hoy, los conocedores de la historia y los grupos de la sociedad tamaulipeca rinden el homenaje al ser humano, a la persona. El gobernador estuvo en el cargo seis años, pero la persona estuvo hasta el último día de su prolífica existencia en el ánimo y el corazón de miles de tamaulipecos.
Un justo homenaje a tan significativo ciudadano, y qué mejor para honrar su memoria que procurar imitar el ejemplo de los grandes hombres, trascendiendo en favor de los que viven en la entidad como nosotros y buscan que sigamos siendo significativos en el contexto nacional.
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Atentamente: Mtro. Carlos David Santamaría Ochoa ¡Ten un buen día!