Panegíricos quieren a Everardo como senador

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Hugo Reyna/EnLíneaDIRECTA

Reynosa, Tamaulipas.-Los mismos aduladores y lisonjeros de ayer que así como halagaron con su verborrea enmielada a Serapio Cantú Barragán, Oscar Luebbert Gutiérrez y ahora con Everardo Villarreal Salinas, se empeñan en “su campaña” de convencer al presidente municipal de Reynosa de que es el mejor prospecto a la senaduría, como si fuese algo que bastara con solamente aceptar y darse como un hecho de facto.
A la cruzada de convencimiento del alcalde de Reynosa se han sumado reporteros y algunos medios empecinados en que el edil acepte ante sus grabadoras y cámaras tener aspiraciones políticas a un cargo de elección popular en el 2012, azuzados seguramente por otros más.
A juzgar por las acciones de gobierno y el respaldo de la comunidad, Everardo Villarreal Salinas cuenta con un potencial político y carisma personal como para ser un buen y destacado alcalde de la ciudad.
Cuestión de opiniones y enfoques habrá quienes le escatimen reconocimiento o meritos, pero es indudable que ha diferencia de antecesores suyos, realmente se ha encargado de cumplir con sus compromisos de campaña y en materia de turismo y promover atractivos familiares ha hecho un gran esfuerzo como nadie en años.
Ciertamente es comprensible que en su interior el alcalde de Reynosa albergue interés de participar en otros encargos populares, pero por ahora como el personalmente lo ha dicho, no tiene interés de participar como candidato a senador, desea seguir adelante en su responsabilidad al frente de la administración municipal.
Everardo Villarreal ha dejado claro que su atención e interés esta puesto en Reynosa en responder y acumular más confianza y respaldo ciudadano- válidamente para un futuro político,-pues hay que entender sus prioridades por ahora y dejarlo trabajar, difícil es para algunos aceptarlo, pero el alcalde tiene sus tiempos y el peor error en que incurren esos panegíricos es tratar de forzarlo a tomar decisiones contra su voluntad, tal vez entonces en estos términos se puedan llevar una sorpresa desagradable.
Una regla de oro no escrita en la política y que aplica a los gobernantes es que nadie en su sano juicio puede imponerles sus tiempos, su decisión es algo sujeto a diversas opiniones y decisiones –que a veces no depende de ellos- y si por ahora su elección es trabajar….pues déjenlo trabajar por Reynosa y ya.

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