ORBE/Ma. Teresa Medina Marroquín *Costumbres equivocadas

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“Más Estados han perecido por la depravación de las costumbres que por la violación de las leyes”
Montesquieu

Como ya se hizo costumbre este sábado el gobierno federal aplicó el décimo gasolinazo del año al precio de las gasolinas Magna, Premium y al Diesel. 9 pesos con 56 centavos, 10 con 50 y 9 pesos mas 92 centavos respectivamente.
Un aumento que implica casi el 10 por ciento de su costo con respecto a diciembre del 2010.
Y bueno, hasta aquí tal vez todo sea normal; la justificación de las autoridades hacendarias es algo convincente en el sentido de que la gasolina que consumimos los mexicanos es de las más baratas del mundo por lo que estamos en cierta ventaja con el resto.
El problema empieza cuando decimos que nos estamos acostumbrando a algo que no es común o que está fuera de la simplicidad cotidiana.
Y como a los famosos gasolinazos, son muchas las prácticas del gobierno federal a las que los mexicanos hoy nos estamos acostumbrando y, que en verdad, no es necesario llegar a esos extremos.
La inseguridad, la falta de empleo, la corrupción y una serie más de situaciones adversas que hoy vivimos los mexicanos, tal vez como hace un par de lustros o mayor aun, no es conveniente que se haga una costumbre.
No es bueno para el desarrollo de nuestro país que esas acciones se conviertan en una tradición o en una rutina que favorezca, según como lo dicen las autoridades, a la solvencia económica de México.
No es bueno que las familias mexicanas tengamos como práctica el abuso de las autoridades para favorecer sus más elementales necesidades, porque para ellos son elementales, aunque para nosotros sean superfluas y llenas de vanidad.
De lo contrario, no falta mucho para que nuestra nación reaccione como los inconformes de España, o de la Unión Europea, o de los Estados Unidos.
México no puede permitir que nuestra sociedad llegue a esos extremos, salvo que eso sea lo que pretendan nuestras autoridades para asegura su continuidad en el poder.
Desafortunadamente, las tendencias dicen que para allá vamos y que el nuestro, tarde que temprano, será un país que se verá envuelto en manifestaciones nada agradables para la sociedad.

Conveniencias legislativas.
Lo que si conviene para nuestro estado, al menos, es que los jóvenes tamaulipecos se impregnen en las actividades que realizan nuestros legisladores.
Y no me refiero simplemente a la levantada de dedos como generalmente se piensa cuando se habla de diputados. No, hay más cosas que llevan a cabo los diputados estatales, aunque usted no lo crea, amable lector.
Por ejemplo, en su receso legislativo se encargaron de llevar beneficios a los sectores que representan; pero, además, ahora que terminaron con los compromisos locales pretenden fomentar los valores cívicos de los tamaulipecos.
Una muestra de ello es la participación que están promoviendo entre los alumnos de diferentes instituciones educativas con el fin de fortalecer el programa académico y profesional de las escuelas, además de conocer de cerca las funciones que desarrolla un legislador al crear y reformar leyes.
La Diputada Guadalupe Flores Valdez, Presidenta de la Junta de Coordinación Política, señaló que desde el Congreso del Estado, se promueve e impulsa este tipo de prácticas de carácter académico y profesional. Esa es la idea.
Pero bueno, tal vez lo más interesante es que los alumnos vean este ejercicio tan real que les permita apreciar la gran responsabilidad de crear y reformar leyes en beneficio de la sociedad en general.
En fin, por ahora no me resta más que desearle una excelente semana; y recuerde ser feliz, junto a su familia será mucho más sencillo.
Hasta la próxima.
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