Tras una larga investigación realizada por la Universidad de Pittsburgh, Tim Hemmes, joven parapléjico de 30 años logró tocar por primera vez en siete años la mano de su novia haciendo mover un brazo robótico adaptado a su silla de ruedas, movimiento provocado por su propia mente.
im Hemmes, de Pensilvania, Estados Unidos, quedó imposibilitado tras sufrir un fuerte accidente en motocicleta, convirtiéndose en uno de los pioneros de miembros artificiales controlados por el pensamiento, siendo testigo vivo de una combinación de mente y tecnología al experimentar el movimiento de un brazo robótico integrado con microcircuitos implantados en el cerebro que envía señales de movimientos voluntarios basados en sentimientos e intenciones casi imperceptibles por la conciencia humana.
“No fue mi brazo sino mi cerebro, mis pensamientos. Yo estaba moviendo algo (…) No tengo palabras para expresar lo que sentí en ese momento. Esa palabra no existe”, indicó Hemmes.
Los investigadores de la Universidad de Pittsburgh señalan que en los primeros experimentos se logró adiestrar a monos para alimentarse a través de hacer mover un brazo robótico con el pensamiento, siendo en la Universidad de Duke donde los monos movieron brazos virtuales por computadora, reconociendo este avance como “un momento decisivo” para esta nueva tecnología.
Pittsburgh indicó que las investigaciones continuarán con voluntarios parapléjicos o paralíticos que a través de dispositivos mecánicos adaptados a su cerebro realizarán movimientos cada vez más complejos, con la esperanza de que la tecnología desarrolle sensores que permitan sentir lo que tocan.
Fuente:
mx.ibtimes.com