Los rayos láser capaces de suspender y mover cosas han sido tema de ciencia ficción desde hace años, pero la Agencia Aeroespacial de Estados Unidos (NASA) se ha propuesto sacarlos de los libros y las películas para convertirlos en una herramienta de exploración espacial.
La Oficina del Jefe Tecnológico de la agencia autorizó financiar un proyecto para estudiar el concepto de captura remota de partículas planetarias o atmosféricas que pueda trasladarlas a una nave o cápsula robótica para su análisis, informó este lunes la NASA.
El equipo de científicos integrado por Paul Stysley —líder del proyecto—, Demetrios Poulios y Barry Coyle cuenta con 100,000 dólares para estudiar tres métodos experimentales para acorralar partículas y transportarlas vía láser, por un método parecido a la succión, a un instrumento que permitiría recoger y transportar polvo estelar a un recipiente o una bolsa y luego analizar su composición.
“A pesar de que (ha tenido) un protagonismo en la ciencia ficción, y en (la serie) Star Trek en particular, la captura basada en laser no es ociosa ni (se encuentra) más allá de la comprensión tecnológica actual”, aseguró Stysley.
La idea original era usar los rayos tractores para remover escombros espaciales, pero mover algo de esas dimensiones hasta el momento es algo imposible, por lo que esta tecnología fue encaminada a la recolección de muestras, agregó el investigador.
Además de partículas, la técnica permite recolectar con el solo poder de la luz moléculas simples, virus, ácido ribonucleico y células funcionales enteras.
La investigación podría ampliar la variedad de formas usadas por la NASA para coleccionar material extraterrestre. En 1999, la sonda espacial Probe usó aerogel para reunir muestras de la estela del cometa Wild 2. La próxima sonda en Marte taladrará y excavará por muestras con sus muchos instrumentos. Otro sistema, basado en una trampa óptica, podría reunir partículas de la atmósfera alta.
El primer acercamiento para lograr la atracción remota se basa en un método de “pinzas ópticas”, que involucra el uso de dos haces de luz opuestos entre sí que forman una especie de anillo que concentra a las partículas en su interior oscuro. Sin embargo, el sistema requiere de una atmósfera para funcionar.
Otra técnica emplea rayos solenoides, que ejercen una fuerza en dirección opuesta al rayo y pueden atraer partículas atrapadas en el haz de luz. El método, basado en efectos electromagnéticos, teóricamente funciona en el espacio vacío, lo que lo hace ideal para el estudio de, por ejemplo, lunas planetarias sin aire.
La última posibilidad solo existe en papel, pues nunca ha sido probada en el laboratorio, según Stysley. Su principio son los rayos Bessel, que emiten un haz parecido a varios anillos capaces de introducir campos eléctromagnéticos en el trayecto hacia un objeto, lo que permitiría después jalar los objetos con otro rayo.
“Queremos estar seguros de que entendemos estos métodos. Tenemos la esperanza de que uno de ellos funcionará para nuestros propósitos”, aseguró Coyle.
La NASA terminó este año su programa de exploración a través de transbordadores y anunció que se concentraría en misiones hacia el espacio profundo, como Marte y Júpiter.
Fuente:
mexico.cnn.com