Al llevarse a cabo las comparecencias de miembros del gabinete estatal que encabeza el gobernador Egidio Torre Cantú, los tamaulipecos deseamos que este tipo de eventos realmente hayan surtido algún efecto positivo para los demás, es decir, que no se hayan convertido en una nefasta oportunidad para destilar sentimientos y frases que no dejan nada bueno.
No sucede como en San Lázaro, donde nuestros “representantes” populares se tiran con todo, se dicen de todo y hacen gala de una ridícula oposición a cualquier cosa, empeñados en hacer que los mexicanos nos decepcionemos cada vez más de ellos.
En Tamaulipas hay oposición, lo sabemos y no se pretende que se conviertan en gente sin criterio y den el visto bueno de todo, sin embargo, en un parlamento donde existen representantes de distintas ideologías y partidos políticos es sano que haya debate.
Insistimos, no se trata de saberse oposición con gritos e insultos, porque eso no es ser opositor, y además, los mexicanos, y especialmente los tamaulipecos estamos realmente cansados de esas cosas. Ya no queremos gritos, insultos, pancartas y muestras poco congruentes en un régimen democrático.
Ser oposición significa pensar distinto y defender las ideas con bases, con argumentos que sean válidos y no con insultos. Acuérdese el lector que siempre que uno discute con algún ignorante, cuando ve perdida la charla, recurre al insulto, a la agresión física o verbal, porque es lo único que tiene para defender.
No es esa la misión de los legisladores, y en ese sentido, nos congratulamos de que nuestro Congreso local esté conformado por legisladores de todas corrientes que han entendido que el debate se debe hacer con argumentos y sin tanta palabrería, aunque de repente uno o dos se salen de los límites.
Curioso resulta también que otros pretenden “legislar” a través de los medios y recurren a nosotros para declarar tal o cual situación, pero no es por ahí, porque si bien es cierto que a través de los medios se conoce su forma de actuar y pensar, no somos los indicados, porque no votamos dentro de las sesiones.
Qué bueno que Guadalupe Flores ha podido conformar una buena legislatura con todas las fuerzas, porque es necesario reconocer que todos son tomados en cuenta de acuerdo a sus representatividades, o sea, a nadie se coarta y todos tienen la voz que deben. Insistimos, siempre hay quien se queja de algunos excesos o carencias, pero nunca faltarán estas personas en cualquier parlamento, y eso lo tenemos más que claro.
Los secretarios han abundado en datos sobre el área de su competencia y eso es positivo; ojalá –insistimos- no se les haya ametrallado con cuestionamientos estériles. Será muy bueno saber por qué se han llevado a cabo algunas acciones, aunque de sobra conocemos sus objetivos. Suponemos que todas están enmarcadas en el Plan de Desarrollo del estado y delimitadas con las posibilidades, materiales, políticas y sobre todo, económicas, sabedores que ha habido crisis, carestía, inflación y recortes que han afectado los dineros públicos.
Sin embargo, tendremos más información sobre el uso que se ha dado a los recursos y que se reconoce que se ha mejorado significativamente gracias a una serie de acciones que a muchos no gustaron pero han servido para dar certidumbre a la forma de gobierno que tenemos hoy por hoy. Servirán estos acontecimientos para que los legisladores tengan una amplia idea de lo que se ha llevado a cabo.
Esperemos poder tener información muy amplia de estas comparecencias, pero sobre todo, que la misma sea satisfactoria, no solo para el grupo de legisladores tamaulipecos, sino para toda la comunidad, que finalmente, para nosotros es que trabajan, y hacen lo que hacen, porque el gobernador les ha pedido estar pendientes de nuestras necesidades y procurar darles cumplimiento, en la medida de las posibilidades de la administración.
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