Entre Nos/Carlos Santamaría Ochoa *Oportunidades laborales

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A través de la televisión privada –Milenio- tuvimos oportunidad de escuchar al presidente Felipe Calderón Hinojosa en un encuentro denominado “Diálogo Ciudadano”, con jóvenes mexicanos de diversos puntos de la geografía, y encontramos una serie de conceptos interesantes. No faltó alguno que no estuviera a la altura del encuentro, sin embargo, hay uno en lo particular que nos ha llamado mucho la atención y se refiere a las oportunidades laborales.

Uno de los participantes hizo un planteamiento: siendo egresado del Tecnológico de Chihuahua, estudiando una maestría, se encuentra desempleado, porque para algunos, no hay sitio, cuando en otras partes están “sobrepreparados”, es decir, tienen más conocimiento que el necesario. Nos explicamos:

En el ámbito de la industria maquiladora, donde pudiera haber oportunidades laborales, los jóvenes que egresan de nuestras universidades son, por decirlo en forma popular: “mucha pieza” para los puestos que ofertan, y en el ámbito de la investigación les falta mucho porque no hay plazas suficientes en este renglón: los investigadores son una élite de poca gente.

El muchacho tiene toda la razón, porque, ¿de qué sirve prepararse si no hay empleo? El presidente ha expuesto una realidad que conocemos todos y que hemos padecido en Tamaulipas con el cierre de muchas plantas maquiladoras y otras opciones laborales, pero también sugiere que habrá espacios en las empresas que vienen pronto al país.

Lo vivimos en el hogar: los muchachos, nuestros muchachos cuentan con una excelente preparación, producto del esfuerzo familiar, pero no tienen empleo dado que no hay plazas, sitios, oportunidades, y las que existen se manejan con un perfil para gente con menos preparación y obviamente, menos exigencias salariales. Es un problema serio que existe en el país y que Calderón ha tratado de responder, aunque hay miles de jóvenes que no pueden incorporarse al sector productivo.

Sucede algo muy curioso: los que pasamos de 40 años somos algo así como “objetos inservibles”, dado que nadie nos otorga una oportunidad laboral al considerar que somos viejos para tal efecto, y a los muchachos recién egresados, por falta de experiencia se les margina. Menuda situación.

Los “viejos” tenemos necesidades y los jóvenes merecen salir adelante con un buen empleo, sin embargo, el desempleo abunda en esta generación que carece de oportunidades. ¿Qué se puede hacer al respecto?

No entendemos ninguna de las dos políticas: hablando de la gente mayor, se nos ha marginado y la experiencia que hemos acumulado sirvió para dos cosas: para nada y para… (ya sabe usted para qué), y los jóvenes, con licenciatura, muchos con maestría y hasta con doctorado, no pueden emplearse.

Sucede que en el mundo hay una crisis de empleos para esta gente preparada, ya que la crisis es mundial, sin embargo, nos ocupamos solamente de México, nuestra nación e interés en particular.

Si tuviéramos oportunidad, pediríamos al presidente Calderón la certeza de que nuestros hijos, preparados en escuelas públicas y privadas, puedan acceder a empleos acordes a sus necesidades y preparación, le pediríamos que a los mayores de cuarenta no se nos margine y se nos permita tener acceso a una forma digna de vida, y le pediríamos que se apoyasen los tres niveles de gobierno para ofrecer más oportunidades, vía empleos oficiales y vía iniciativa privada, que para el caso, el resultado es el mismo y conjura una serie de problemas que pudieran existir más adelante.

El Diálogo Ciudadano es un buen intento por acercarse a los ciudadanos, porque se escucha a la ciudadanía, al pueblo, a la gente y no a los burócratas que desde una lujosa oficina ubicada en la capital del país manejan políticas laborales y económicas sin conocer la realidad de una nación que entra en una severa crisis.

Nos hubiera gustado que Calderón hubiera hecho estos ejercicios democráticos desde el inicio de su gestión y no en año electoral.

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