ORBE
Día de la Familia
Ma. Teresa Medina Marroquín
“Una familia feliz no es sino un paraíso anticipado”
Sir John Bowring
Según su página oficial, el “Día de la Familia” es nuestro esfuerzo por tratar de transmitir los valores representativos del núcleo más importante de nuestra sociedad: la familia; involucrando al mayor número de actores posibles (gobierno, escuelas, universidades, sindicatos, cámaras, medios de comunicación, ONG, grupos religiosos, padres de familia, bloggers, emprendedores, etc.) en la celebración de este día que nos ayuden a resaltar la trascendencia social de la familia y edificar una cultura favorable a ella, a través de la educación.
Y al celebrarse el primer domingo de marzo, ayer se convirtió la sociedad tamaulipeca en una algarabía propia de esta festividad.
En la capital del estado, Egidio Torre Cantú y María del Pilar González de Torre encabezaron una serie de actividades recreativas para que las familias pasaran un día de sana convivencia.
Shows infantiles, payasitos, carreras de sacos, feria de los derechos de los niños, pinta caritas y bailes para los pequeños, entre otras actividades culturales y artísticas.
Pero el festejo invita, al mismo tiempo, a la reflexión.
Y es que al ser considerada como el núcleo de la sociedad, en la familia recae gran parte de la crisis por la que atraviesa, al menos la carencia de valores, que ya en sí es mucho.
Sin lugar a dudas, las mujeres jugamos un rol fundamental en la composición familiar, en la transmisión de esos valores, en la educación de nuestros hijos, porque los varones, tal vez por costumbre con un toque de machismo, se habían dedicado a proveer el sustento familiar.
Al menos así fue hasta hace algunas décadas.
La política económica (macro y micro) que se ha implementado en gran parte del orbe y, por supuesto en nuestro país, ha obligado en muchos casos a invertir los papeles al interior de la familia.
Por miles se cuentan los casos en que la mamá tiene que trabajar ayudando, y a veces sustituyendo, a papá; una situación que complica en mucho la educación de los hijos.
La crisis económica ha precisado que hoy en día se requiera de más de un trabajo para poder sortear las necesidades que se requieren cubrir: alimentación, educación, vestido, calzado, al menos.
Un problema que contrajo el descuido, o la falta de atención, hacia los hijos y, en consecuencia, a la pérdida gradual de los valores básicos de convivencia.
Por eso, si en verdad se quiere rescatar a la familia como núcleo social, es necesario un replanteamiento de las políticas económicas, sociales y culturales que hoy se implementan en nuestro país.
De la calidad desvirtuada de la educación en nuestro país, de la llegada de la tecnología que pretendía facilitar la vida, de la viciada forma de gobernar después hablamos, porque eso también influye en la convivencia familiar.
Pero bueno, por lo pronto ¡que viva la familia!
Compromiso universitario.
El compromiso que el rector José Ma. Leal Gutiérrez ha plasmado a la Universidad Autónoma de Tamaulipas, sin lugar a dudas, va más allá de la calidad educativa, de la planeación académica, de la formación de capital humano para la docencia y su profesionalización, de la apertura de nuevas carreras en áreas de la ingeniería.
En marzo la UAT se ha sumado adicionalmente a las actividades que realizará el DIF estatal con motivo del mes de la discapacidad a través de conferencias magistrales, programas sociales específicos, la difusión de la cultura de respeto hacia las personas con discapacidad.
El lema es “Júntate con ellos que como tú también buscan ¡Lo mejor de la vida!
Por cierto, todo está listo para que este próximo viernes el rector rinda su Informe de Actividades en el Teatro Juárez. Un evento en el que se prevé la asistencia del gobernador Egidio Torre Cantú.
Estaremos al pendiente.
En fin, por ahora no me resta más que desearle una excelente semana; y recuerde ser feliz, junto a su familia será mucho más sencillo.
Hasta la próxima.
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