.- Con Súper Reyes y Ramiro Benavides.
Llena de esquina a esquina, en medio de un ambiente de alegría, euforia, seguridad, convivencia y el delicioso olor la comida asada norestense, las más de diez mil personas congregadas para compartir los festejos del 263 aniversario de la fundación de esta ciudad corearon, gritaron y bailaron al ritmo de los grupos y solistas participantes.
Como en las tradicionales ferias donde los niños gritan al extremo movimiento de los juegos mecánicos, las parejas jugando al tiro al blanco, los tacos al pastor rellenos de pico de gallo o salsa roja entre la carne todavía chillona al salir de las brasas, algodones de azúcar, espiripapas con chile y churros con cajeta, todos se divertían y esperaban con ansiedad la salida de sus artistas favoritos.
Avanzaba la noche y se encienden las luces multicolores, se escucha fuerte e intensa la batería del conjunto y entre la neblina sale Ramiro Benavides, la estrella de la Voz México. La plaza fue insuficiente, la población seguía llegando y abriéndose paso entre la apretujada gente que llenó calles, plaza y aceras, viviendo las fiestas del 263 aniversario de la fundación de Reynosa.
Por la calle Zaragoza e Hidalgo se instaló un ring de lucha libre, cuadrilátero que desde tempranas horas estaba lleno de chiquillos que jugaban a ser luchadores, saltando entre los encordados y dando marometas en la lona; en las artesanías y puestos de platería y gastronomía tradicional, paseaban los jóvenes, mujeres, chicos y chicas; Reynosa estaba de fiesta.
Como lo dispusiera el alcalde Everardo Villarreal Salinas y su esposa Yanira Deándar de Villarreal, establecido en el decreto que diera la Reina de las Fiestas del 263 Aniversario, este fin de semana, como los demás días, se cumplió con uno de los cometidos de la semana alusiva del aniversario del municipio, brindar sano esparcimiento y gran alegría a los reynosenses.
Previo a la actuación de Cruz Martínez y Los Súper Reyes, que cimbraron de alegría, canto y baile el primerísimo cuadro de la ciudad, las familias enteras rieron a más no poder con las ocurrencias festivas de los payasos Rony y Franconi