No pretendemos hacer una cátedra de lo que es el dengue y su repercusión en la sociedad, como tampoco hacer una clase de qué tiene el mosco transmisor, cuales son los aspectos que hay que evitar y la manera en que contagia: el caso es prevenir de males de salud que pueden llegar a la muerte. Así de claro.
Lo que sabemos en este aspecto es que la Secretaría de Salud en Tamaulipas gasta mucho dinero en prevenir el contagio del mosquito aedes aegypti al ser humano, porque de todos es sabido que hay diversos tipos de dengue, siendo el hemorrágico el más peligroso, y por consecuencia, el que más decesos ocasiona.
En relación al dengue, la SST gasta, por una parte, en prevenir: fumigar, realizar campañas en medios y centros de salud y a través de perifoneo y pláticas, para que la gente sepa qué hacer al respecto. Por otra parte, se gasta mucho dinero en medicamentos y tratamientos hospitalarios que bien pudieran evitarse si todos hiciéramos lo que nos recomiendan en cuanto a medidas de prevención.
Es tan sencillo participar, que muchas veces lo minimizamos por lo mismo: limpiar los patios, evitar encharcamientos y otras medidas son cosas que prácticamente no cuestan nada si las hacemos en nuestras propiedades, y sí pueden evitar que haya ese contagio.
En ese sentido, suponemos que habrá charlas con autoridades municipales para que se haga algo al respeto con los predios baldíos que son, y todos lo sabemos, foco fértil para el contagio por las características de los desperdicios que deposita mucha gente en ellos.
Recordemos que el ciclo biológico del mosco del dengue es de tan solo 7 días, suficientes como para ocasionar problemas de salud pública, se reproduce en lugares donde existe agua limpia o semi limpia, como suele suceder en los tinacos, agua de lluvia acumulada en cubetas, botes y otros recipientes, y es increíble: hasta en simples corcholatas o tapas de envases de plástico. El mosco no se reproduce en aguas negras o estancadas.
Durante los meses de mayo a noviembre se presenta el tiempo en que hay mayor riesgo de que el mosco del dengue pueda reproducirse, y éste se esparce en forma por demás alarmante, de ahí la importancia que la autoridad sanitaria tamaulipeca haga el llamado a todos nosotros para coadyuvar en los cuidados correspondientes.
Tenemos el inconveniente de ubicarnos entre dos estados –Nuevo León y Veracruz- con alto índice de casos de dengue, lo que nos ubica en desventaja contra otras entidades, amén de los sitios con que cuenta la entidad, principalmente en la región huasteca, y que pueden ser foco de reproducción múltiple.
La estrategia que ha instrumentado la Secretaría de Salud se fundamenta en cinco puntos básicos: vigilancia epidemiológica, participación municipal, atención médica, control larvario y nebulización, y participación social. El objetivo es cubrir más de 31 mil hectáreas de superficie, en beneficio de más de 2 millones de tamaulipecos, habitantes de las zonas de alto riesgo.
Y los promotores de salud hacen un intenso trabajo para que usted y yo no tengamos estos problemas, sin embargo, aquí cabe la necesidad de solicitar la participación de todos nosotros, porque de esa forma se podrán hacer más eficientes los trabajos y por consecuencia, los resultados deberán ser más favorables para todos.
Quien ha padecido el dengue sabe de lo que hablamos: el cuerpo pareciera que se va a desarmar: se sienten terribles la serie de síntomas que acompañan al padecimiento, y bueno fuera que parara ahí: puede ocasionar la muerte, y la verdad, no es nada agradable visualizar esas estadísticas.
Sea pues, el llamado necesario y urgente para hacer algo contra el dengue: autoridades federales, estatales, todos nosotros, miembros de la sociedad en general, podemos hacer un trabajo intensivo y prudente, en bien de nosotros mismos.
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Atentamente
Carlos David Santamaría Ochoa Ph.D.
A.I. Periodismo y Comunicación
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