En un plan audaz revelado este jueves, el grupo quiere lanzar su propio telescopio espacial para ubicar y rastrear rocas espaciales pequeñas y de tamaño mediano capaces de borrar una ciudad o un subcontinente de la faz de la Tierra.
Con esa información, podrían emitir alertas tempranas en caso de un asteroide pudiera dirigirse a nuestro planeta.
Por el momento, la idea de la Fundación B612 existe sólo en los papeles. Tal esfuerzo podría costar varios cientos de millones de dólares y el grupo planea iniciar la recaudación. Los impulsores de la organización sin fines de lucro son un astronauta del trasbordador espacial, un astronauta del Apollo 9, el exzar de Marte, además de algunas personas ajenas a la Nasa.
La NASA y una red de astrónomos estudian constantemente los cielos para buscar a estos objetos cercanos a la Tierra.
Ellos han encontrado 90% de las mayores amenazas: asteroides de al menos un kilómetro que son considerados un peligro mayor.
“Sabemos que estos objetos están allá afuera y podemos hacer algo para evitar” que choquen con la Tierra, dijo Rusty Schweickart, ex astronauta del Apollo 9, quien ayudó a establecer la fundación hace una década.
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