CD. VICTORIA, Tamaulipas.- Soñaba con ser policía y ahora porto el uniforme con mucho orgullo, me gusta lo que hago, dice Josefina Ochoa Treviño, agente de la Policía Estatal de Tamaulipas. “El ser mujer no me impide tener metas y enfrentar los retos que la misma vida me impone. Para nosotras como mujeres es más difícil este trabajo, porque muchas de nosotras somos padres y madres a la vez”, dijo.
“Por las mañanas tenemos que levantarnos muy temprano, despertar a nuestros hijos, prepararles el desayuno, tener su ropa lista y levarlos a la escuela para posteriormente uniformarnos y salir a nuestra misión que es velar por la seguridad de la ciudadanía; y esta rutina es diaria”.
Josefina es una mujer de 29 años de edad que porta con gallardía el uniforme de policía y asegura que una de sus metas es tener más grados en la corporación.
“Como madre de familia, me preocupo por todo, inclusive cuando ando trabajando se me vienen a la mente las imágenes de mis hijos y por ellos le echo más ganas y me cuido porque esta es nuestra verdadera vocación y hacemos lo que nos gusta con honor y con valentía”.
“En una ocasión estuve a punto de perder la vida de un balazo cuando tratábamos de detener a tres individuos que se disponían a darse a la fuga, luego de haber cometido el asalto a un centro comercial”.
Esa vez –relata- recuerdo bien que era un martes como a las 20:00 horas cuando recibimos un llamado de que nos presentáramos de emergencia en un negocio que estaba siendo atracado por una banda de delincuentes.
“Al llegar, yo fui la primera en bajar de la caja de la camioneta patrulla y en ese entonces escuché el estallido de varios disparos y sentí una lucecita que pasaba cerca de mi cabeza, me di cuenta que era una bala que paso a unos centímetros estuve a punto de morir”.
“Con esta experiencia la vida me ha cambiado, ahora soy más prudente y entendí que para ejercer esta profesión se necesita primero de vocación, luego de una intensa preparación y tener muchas agallas”, añade.