Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Aunque fue construida hace 18 años, las mejoras en el edificio y los avances en el proceso de enseñanza comenzaron a verse desde hace un par de años, desde el momento en que Juan José Gracia de la Garza tomó la dirección de la secundaría técnica integradora número 69, ubicada en el corazón de la colonia Bertha del Avellano.
Era un viejo edificio descuidado por la ausencia de mantenimiento. Pero ahora luce como si apenas hubiera sido construida, aunque en algunas áreas existen materiales de construcción, indicio de que las mejoras continúan.
“La escuela estaba muy descuidada; no había jardines y los muchachos se concentraban en una sola banqueta de concreto, porque todo lo demás era tierra”, explica el mentor al señalar al fondo del plantel un par de aulas que fueron remodeladas y que ahora sirven como aulas de audiovisuales, ofimática y como aula de consulta cibernética para los alumnos.
Dice el mentor que gracias a la coordinación que existe con la sociedad de padres de familia, a las aportaciones de los padres de los alumnos y al trabajo de los maestros, que en ocasiones sacrifican su tiempo libre para hacerla de albañiles y construir una barda o una banqueta, es como este plantel tiene un nuevo rostro.
“Esta escuela es ya una alternativa de educación para la comunidad y puede ser una de las mejores secundarias técnicas; queremos ser una primera opción para los alumnos, por lo que estamos trabajando con un equipo de maestros capacitados, y transformamos la escuela en su totalidad”, explica con orgullo.
Y es que este plantel ya cuenta con una buena cantidad de equipos de cómputo para que los alumnos actualicen sus conocimientos con esta herramienta; además, algunas aulas ya tienen pizarrones digitales, aire acondicionado, bancas y mesas de estudio nuevas, así como equipos de video para la transmisión de conferencias o de video talleres.
Trabajan alumnos de capacidades diferentes
Pero eso no es todo. En la escuela hay maestros capacitados para trabajar con cuatro grupos de alumnos con capacidades diferentes, dos en primer año, un grupo de segundo y otro de tercero, que son atendidos por maestros capacitados y entrenados para ello.
“A esos 60 alumnos los agrupamos para que puedan trabajar al mismo ritmo que el resto, y eso los integrará con sus compañeros y les permitirá salir delante de manera más rápida”, señala.
Todo ello, dice el director, ha motivado mucho a los alumnos, al grado de que en la escuela la deserción haya disminuido a niveles que antes no se veían, lo que permitió que casi todos los alumnos que egresaron del ciclo anterior, hayan ingresado al nivel medio.
Factor adicional es el hecho de que a diferencia de otros años, en los dos que lleva al frente del plantel no han ingresado alumnos rechazados de otras escuelas, lo que permitió elevar el nivel académico y de aprovechamiento en la prueba Enlace, de los alumnos.
A corto plazo la escuela contará con un nuevo módulo de baños, un cambio en la cooperativa escolar, una sala digna para maestros, y todas las aulas con aire acondicionado y vitropiso, además de un cañón y computadora.
Actualmente la escuela cuenta con 12 aulas equipadas con todo lo descrito, y solo faltan seis para que todas estén equipadas y aclimatadas, y para que los con 630 alumnos del el turno matutino, y los 280 del vespertino, tengan lo necesario para su educación.
Pero dice el director que hace falta más apoyo de parte de las autoridades, ya que las aportaciones de los padres de familia, que en su mayoría son de condición humilde, no es suficiente, y aunque hay organismos que también aportan, es insuficiente porque la escuela tiene muchas necesidades.
“Pero aun así, en dos años hemos visto una gran transformación, y los maestros están contentos porque luego de 16 años de no haber mejoras, en solo dos años la transformación se nota de inmediato”, expresa orgulloso.