

Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Como consecuencia de las altas temperaturas, en este año perdieron la vida 60 migrantes en las zonas áridas y desérticas de Nuevo Laredo y Laredo, Texas, 34 de ellos fue en el lado estadounidense, mientras que los restantes 26 fallecieron ahogados en el lado mexicano del río Bravo.
La cifra es superior a la del año pasado, cuando se tuvo un registro de 52 migrantes fallecidos, de acuerdo a fuentes consulares de México y a reportes de autoridades en Nuevo Laredo; de esas muertes 30 ocurrieron en el desierto de Laredo, Texas, y 22 en la orilla mexicana del río Bravo.
La extrema vigilancia que agentes fronterizos llevan a cabo a lo largo de unos 85 kilómetros de ruta de cruce que utilizan los migrantes, desde Hidalgo, Coahuila, y Colombia, en Nuevo León, hasta el kilómetro 18 de la carretera a Monterrey, ha obligado a los migrantes a buscar rutas de cruce más alejadas.
Miguel Ángel Isidro, cónsul de México en Laredo, Texas, mencionó que la mayoría de los 34 migrantes fallecidos fue por deshidratación, al caminar durante horas y días por el cálido desierto a temperaturas superiores a los 45 grados centígrados; el resto murió en las aguas del río Bravo y una mínima parte en algún accidente en la carretera.
“Los migrantes utilizan diferentes rutas para cruzar la frontera, pero la mayoría murió por deshidratación”, expresó el diplomático.
Dijo que el consulado a su cargo ha emitido múltiples alertas en las orillas del río y en algunas brechas del desierto, para alertar a los migrantes del peligro que corren al caminar bajo el sol sin la protección adecuada y sin suficiente agua.
Aumenta el apoyo a migrantes
Por su parte, el director de protección civil en esta ciudad, Ernesto Rivera Gómez, comentó que sumado al incremento en las muertes de migrantes, está el incremento en los servicios de apoyo a quienes no han cruzado y a los deportados, como son el teléfono gratuito para hablar a sus familiares, los albergues, renta de autobuses para su retorno, alimento y atención médica gratuita.
Señaló que las autoridades norteamericanas están deportando a los mexicanos con nuevos métodos, ya que quienes son de Tamaulipas los repatrian por Tijuana, y los de aquel municipio los regresan por Nuevo Laredo, con la finalidad de hacer más difícil que crucen la frontera.
De los deportados, comentó que sus lugares de origen siendo San Luis Potosí, Michoacán, Hidalgo, Zacatecas, Veracruz y Oaxaca, mientras que la mayoría de las detenciones en suelo norteamericano se hacen en los estados fronterizos de aquel país.