El cáncer de mama casi la mata; acudió a tiempo con el médico

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Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Susana es una mujer de 54 años que acudió al Centro de Salud para tramitar unos lentes, pero debido a que nunca se había hecho la autoexploración de sus senos, cuando se le practicó una revisión física a sugerencia del personal médico, supo que tenía un cáncer muy avanzado que le podía costar la vida.

De inmediato se le practicó una mastografía para determinar el grado de avance, pero ya sabía que podría ser incurable. A los siete días del examen le entregaron los resultados en su hogar: tenía neoplasia maligna en tercer grado, de un rango de 5 en la escala.

Susana ya forma parte de las estadísticas de mujeres que acuden de manera tardía a un examen de exploración física o de una mastografía, y se trata de mujeres por lo general mayores de 50 años de edad.

Aunque la enfermedad es curable cuando se detecta a tiempo, en esta ciudad y en todo el país el cáncer de mama es la principal causa de muerte entre las mujeres, y pese a la difusión de los programas de prevención y de orientación con que cuenta la dependencia en la ciudad, el año pasado fallecieron por esa causa 24 mujeres.

Este año suman ya 16, de acuerdo a datos presentados por Marissa Barberena, coordinadora del programa de Cáncer en la Mujer de la jurisdicción sanitaria en la ciudad, quien atribuyó tanto la enfermedad como los fallecimientos, a una cuestión cultural aún difícil de erradicar entre las mujeres.

“Muchas mujeres se niegan a acudir con el médico, y cuando lo hacen a veces es demasiado tarde. Es una cuestión cultural, como una pesada ancla…como una pesada bola de acero pegada a los pies que les impide cuidar de su salud…”, razona.

En la dependencia siempre se ha hecho promoción para la detección del Virus del Papiloma Humano (VPH), que causa el cérvico uterino, lo que hizo que bajara la morbilidad desde el año 2005, pero el de mama subió en incidencia.

No tienen porqué morir

Añade Barberena que la mujer no tiene que morir de cáncer si se realiza una detección oportuna, ya que mediante la autoexploración de senos, se puede detectar con facilidad una tumoración, lo que daría a la mujer un 95% de probabilidades de sobrevivir a la enfermedad, pero la mayoría de las mujeres acuden al médico cuando se encuentran en un estado muy avanzado.

Para detectar a tiempo la enfermedad, las mujeres deben practicarse tres tipos de exámenes: la auto exploración mensual en el hogar, la que se debe hacer en el décimo día durante el ciclo menstrual, y en este caso es que desde la primera regla, la mujer debe aprender a explorarse los senos y buscar tumoraciones o ‘bolitas’, hundimientos de la piel y del pezón, además de un cambio en la coloración de la piel, ulceraciones y secreciones.

“El 70% de los problemas en los senos los detecta la misma mujer mediante la autoexploración, aunque a veces no hacen una buena búsqueda, pero cuando lo hacen descubren que tienen tumores cercanos a los cinco centímetros”, menciona.

Un segundo examen es por medio de la exploración clínica, y es a través de un médico o enfermera, quienes deben explorar los senos de la mujer cuando menos una vez al año, mientras que el tercer examen es la mastografía, ya sea de tamizaje que se practica a mujeres que no tienen síntomas de la enfermedad, o de diagnóstico clínico, pero que pueden estar enfermas.

De acuerdo a la coordinadora, todas las mujeres que cuentan con 40 años de edad y más, deben realizarse una mamografía cada dos años, aunque no haya síntomas clínicos, ya que de esa manera se pueden hacer detecciones oportunas.

No respeta edad ni condición

El cáncer de mama se presenta en mujeres de cualquier condición social y edad, y se ha detectado en mujeres de 30 años hasta de más de 80 durante las exploraciones realizadas en el Centro de Salud, pero la mayoría de los casos se presentan de los 43 a los 70 años, como media, “y muchas de esas mujeres son aún jóvenes con hijos pequeños”, explica Barberena.

Pero aunque mujeres jóvenes enferman, por lo general acuden al médico de manera oportuna, no así las que tienen edades que van de los 50 a los 69 años de edad, quienes son más renuentes en acudir con el médico, y cuando lo hacen ya está muy avanzada en ellas la enfermedad.

“Por eso hacemos especial hincapié en este grupo de mujeres, y en la campaña que tenemos ya incluimos a las mujeres de 40 años, y es a partir de esa edad en que la mastografía es completamente gratis.

Un caso más

Gabriela cuenta con 37 años de edad, y aunque es joven, en su familia hay antecedentes de mujeres que ya padecieron el cáncer, razón que la orilló a acudir con el médico para un examen de exploración clínica.

A ella le practicaron un Papanicolau en julio, por lo que muy nerviosa espera en el consultorio del Centro de Salud que los resultados sean negativos, aunque teme que le digan que tiene cáncer, al igual que algunas mujeres de su familia.

“En mi familia hay antecedentes de cáncer, y mi mamá se preocupó mucho, por lo que me envió al médico”, explica con nerviosismo, mientras espera el documento que le confirme o descarte la enfermedad.

Dijo haber tenido miedo de ir con el médico, y más por esperar los resultados de los exámenes, aunque reconoce que más miedo sentiría en caso de que le diagnosticaran que tiene cáncer, debido a una evidente inflamación del útero que nada tiene que ver con esa enfermedad.

Tanto Susana como Gabriela, a pesar de la diferencia de edades, se animaron para acudir con el médico para una exploración y examen para la detección del cáncer, y están conscientes de que hacerlo a tiempo no solo les puede salvar la vida, sino prolongarla y disfrutar a sus familias con una mejor calidad de vida.

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