Triste el panorama para el campesinado de N. Laredo

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Nuevo Laredo, Tamaulipas.- En la víspera del fin de año, el panorama para al campesinado de esta región no es nada halagüeño, debido a la venta del poco ganado con que cuentan, ya que el ejido Francés, uno de los más productivos al haber contado con dos mil 100 cabezas, ahora solo tiene 150, porque el resto se vendió, se sacrificó, o se trasladó a otros ejidos que fueron rentados por estar en mejores condiciones.

Otros que contaban con 700 cabezas, 400 de ellas ya fueron vendidas por las mismas razones, aunque fueron comercializadas a buen precio en otras entidades, incluso en Estados Unidos, dijo Alejandro López Robles, dirigente del Comité Campesino Municipal, afiliado a la CNC.
Ante este desolador panorama, el gobernador Egidio Torre Cantú incentivó algunos programas de apoyo, con el reparto de sales minerales, harinolina y otros nutrientes para alimentar al ganado y evitar que muera de hambre, además de un apoyo económico a los ejidatarios más afectados por la sequía, para la compra de gas butano.

“Le comentamos al gobernador que no estamos inconformes por nada, ya que nos asola una sequía de 20 meses y poca lluvia, la que no nos ha solucionada para nada los problemas que padecemos en el campo”, sostuvo.

Sin embargo, reconoció que las tres pulgadas de lluvia que han caído en la región, aunque no fue suficiente, mantiene con algo de agua algunas presas y permite el crecimiento del nopal, no así el zacate.

Sin embargo, la esperanza para lo campesinos es que el próximo año mejore la situación y que llueva, aunque los pronósticos indican que la sequía se extenderá por varios meses más. “¿Pero qué ´podemos hacer? Tenemos que seguir adelante”, cuestiona el dirigente campesino.

Una de las medidas, según externó el campesino, es seguir apretándose el cinturón hasta que mejore la situación, y seguir adelante para detener el déficit ganadero que ya afectó la economía de los más de 400 campesinos de esta ciudad, la mayoría ya dependientes económicos de sus vástagos.

Y es que el productor del campo, aunque se niega al abandono de sus hogares en los ejidos, en donde desde hace años formó colonias, rancherías y caseríos, ahora se mantiene de lo que les ofrezcan sus hijos, muchos de los cuales fueron enviados a las universidades locales a estudiar, previendo la presente situación.

“Ya muchos de nuestros hijos son profesionistas, y gracias a Dios ellos han salido adelante, y son ellos quienes ahora nos sostienen, y si no fuera por eso, no sé que es lo que pasaría con algunos campesinos que ya son adultos mayores”, expresó.

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