Sin lugar a dudas, el inicio del año 2013 nos llena de reflexiones a cada uno de los que vivimos en este planeta que poco a poco estamos destruyendo, sin embargo, no debemos pensar en cosas negativas, y hay que ver hacia adelante.
Gracias, 2012, por lo que me has entregado y compartido: gracias por ese amor que se va ante el asomo del primer vendaval, y me deja en una completa y total soledad, como antes, convirtiendo la amenaza de un “amor semestral” en un sueño que se diluye.
Gracias, mi querido 2012, por haber permitido que en el ámbito profesional tuviera un importante desarrollo, logrando metas trazadas, proyectos concluidos y otras cosas que me han hecho crecer como persona.
Muchas gracias, 2012, por los momentos de buena salud que hoy, por situaciones personales y meramente sentimentales han sido vulneradas, aunque como en otras ocasiones, hemos de tener la fuerza para lograr salir de ellas airosos, como lo hemos hecho antes.
Gracias, año de 2012, porque hubo oportunidad hasta en ¡Cuatro ocasiones! de visitar a la familia, los seres queridos y amados, pese a las situaciones que hay que vencer: distancia, inseguridad, economía… Cuatro veces en un año: ¡magnífico!, sin lugar a dudas.
Te agradezco mucho, mi querido 2012, porque nos reencontramos con los amigos de la infancia, diseminados en la geografía de mi querido México, de mi amada Patria, y que hemos fortalecido aquellos lazos que nacieron hace décadas: gracias, Rafael Sequeyro, y María Elena Sequeyro, gracias, Laurita De la Garza, Miriam Peimbert, Patricia Gómez Maganda, Patricia Ladaga, y muchos más que por décadas estuvieron ausentes físicamente, pero no en el corazón, y que hoy, gracias a la tecnología viven de nuevo en nuestro corazón.
Gracias, año 2012, porque aprendimos que la herramienta tecnológica nos acerca, pero también propicia el alejamiento y la ruptura de quienes mostraron sus afectos, pero no los quisieron conservar: gracias, “osa” querida, por haber compartido un poco de tu existencia y tus sentimientos, aunque hayas abandonado el sueño; gracias, querida y fina amiga, que has sabido estar cuando te he necesitado; gracias, Lula, porque has apoyado mi vida y proyectos desde hace casi una década, sin importar distancias, hoy físicas y duras de entender.
Gracias, año de 2012, porque he consolidado mi amistad y amor con los tres regalos más importantes: David, Daniela y Dafne, los hijos, los amores, los frutos, los seres que amo…
Gracias a mis amigos Guillermo, Egidio, Norberto, Carlos (varios con ese mismo nombre, pero cada quien en su lugar de los afectos), Montserrat, Leidy, Mariana y muchos más, que han dejado una huella, a veces fuerte, a veces imperceptible, pero huella que forma parte de la historia de este soñador.
Muy agradecido contigo, 2012 querido, por darme la oportunidad de compartir un abrazo con los amigos Marcelo, Xosé Ramón, Miguel, Susy, y quienes desde Santiago de Compostela son importantes para mí.
Por esos momentos en camilla, en ambulancia, en hospital, en consulta, en casa cuando la salud se aleja un poco (o un mucho) pero ha sido recuperada gracias, por compartir mi diabetes desde hace ya VEINTE AÑOS, con los que como yo, han sido diagnosticados y entrado en pánico. Gracias doy a Dios, el Ser Supremo, el Gran Arquitecto del Universo, porque permite que se puedan compartir los conocimientos o experiencias a través de cursos, charlas, conferencias o el programa de radio AL DIA, que generosamente participa de la programación de Radio UAT, con el apoyo de los amigos José María Leal Gutiérrez y Ulises Brito.
En resumen, mi querido 2012, te estoy muy agradecido por lo que me has dado, y quisiera pedirte una sola cosa: recomiéndame con 2013, para que sea tan generoso como tú, y me de la oportunidad de crecer en todos sentidos.
Gracias, querido año que te has ido, y bienvenido 2013, con la bendición de quien todo lo puede.
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Nuevo año, nueva vida: bienvenido 2013
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