Nuevo Laredo, Tamaulipas.- Para sobrevivir a los embates de la modernidad y de la competencia de las grandes cadenas, las farmacias de barrio y las más pequeñas sobreviven diversificando sus ventas, por lo que están desapareciendo; de las 170 registradas en la Asociación de Farmacias de Nuevo Laredo, la mayoría son de giro mixto.
De ello habló Martha García, presidenta de la Asociación de Farmacias de Nuevo Laredo: “Las farmacias pequeñas, las familiares, tienen un trato más cálido y debido a que somos los propietarios, estamos al pendiente. Pero las farmacias grandes y de cadena tiene mucha rotación de personal y les falta experiencia y capacitación”, explicó.
Se quejó que las cadenas de farmacias son de personas de otros estados del país, por lo que urgió a que se les dé la oportunidad a los habitantes de esta ciudad, para que generen más empresas y más empleo.
“Ese dinero no se queda en la ciudad, pero si nosotros apoyamos a los comerciantes de la ciudad a todos nos irá bien”, refirió.
A pesar de la crisis y de la presencia cada vez mayor de las farmacias de cadena, el año pasado no cerró ninguna de las farmacias de barrio, pero reconoció que muchas cerraron hace varios años debido a que no pudieron competir con las grandes farmacias.
Por ello es que esas farmacias tuvieron que ingresar a la competencia a través de la venta de productos diversos, no necesariamente de farmacia, de otro modo, reconoció la empresaria, ya no habría farmacias chicas en la ciudad.
Comentó que los laboratorios y los mayoristas decidieron invertir en farmacias, lo que provoca una competencia desleal, “y eso nos afecta muchísimo porque no podemos competir con ellos”, expresó.
