Dudas sobre España

0

¿Es España un país quebrado, insolvente y al borde del cataclismo? El asunto se ha vuelto una especie de apuesta para ir tirando una por una a cada economía dentro de la Unión Europea (UE).

Como si tratara de una conjura maligna para destruir a la UE y a la eurozona desconociendo que desde 1957 con los Tratados de Roma, los países europeos han venido edificando ladrillo tras ladrillo su realidad actual.

El esquema en sí mismo es imperfecto, aunque no por ello imposible de resolver en aquellos puntos en los que es necesaria una comunión como por ejemplo: la política fiscal común y la unión bancaria que tanto promueve España.

A la espera de estas circunstancias que son una decisión de común acuerdo entre los 27 miembros dentro del Parlamento Europeo, España, nuevamente recibe un ataque de impacto mediático por parte de prensa especializada anglosajona.

Hace meses atrás varios editoriales estadounidenses criticaron la mala situación económica del país ibérico prácticamente dando el caso por perdido a los menos de cien días de que el presidente Rajoy tomara el poder.

La nueva andanada viene esta vez del Daily Telegraph declarando de forma editorial “la insolvencia de España” y haciéndolo a su vez con “la mala leche” de quien recomienda sacar el dinero cuanto antes y mientras se pueda.

Que sean ahora los británicos los que quieran echar tierra al propio tejado de la UE puede ser una especie de broma con el regusto anglosajón. No se entiende bien a bien el interés real de medios estadounidenses y británicos por llevar a España al sumidero total y con ello arrastrar al UE a su tumba.

Lo que sí podemos decir es que, muchos malos resultados del país ibérico de hace un año, en la actualidad han ido revirtiéndose gracias a que se ha ido recuperando credibilidad y confianza en los mercados internacionales.

La seriedad para cumplir con Bruselas ha permitido que España acuda hoy en día a los mercados de deuda a recibir financiamiento a un coste menor al que lo hacía hace 6, 8 o doce meses atrás.

La caída de la prima de riesgo es un síntoma de lo anterior. Y esa confianza también ha permitido que los más de 100 mil millones de euros de dinero privado que salieron de España hace doce meses para buscar refugio en otros sitios, vayan regresando nuevamente a su sitio.

En el mes de abril, en la Balanza de Pagos española figuraban de regreso más de la mitad del dinero fugado. Y eso se llama credibilidad, confianza y certidumbre.

Por otro lado, los inversionistas vuelven a mirar a la economía española: la Inversión Extranjera Directa (IED) por quinto mes consecutivo aumentó con 30 mil 373 millones de euros.

Se habla incluso de ir recuperando la llamada marca España. Poco a poco y quizá de manera lenta para recomponer todo el drama social, la economía española empieza a recuperar confianza.

¿Está todo hecho o dicho? No, el sector financiero vive un nuevo proceso de consolidación, bancos grandes absorben a medianos y pequeños. El gobierno rescata bancos y las Cajas de Ahorro sobrevivientes de la gran crisis también se consolidan e inclusive su naturaleza será ahora de fundaciones bancarias.

No obstante, los temores siguen siendo significativos: el peso de la deuda del sector público como proporción del PIB es un semáforo en rojo y el otro enorme varapalo de impacto social, económico y político son millones de desempleados y parados.

Si España quiere una recuperación sostenida que no siga poniendo en riesgo a las instituciones financieras necesariamente deberá resolver lo más pronto posible una serie de estímulos directos para impulsar que el sector laboral proporcione los empleos dignos y de contratos definidos necesarios para, también recuperar, la certidumbre social.

Para mí, los meses de mayor riesgo para España han pasado y la intervención económica es un fantasma anglosajón. Lo que se requiere ahora es resolver la tensión social.

El gobierno del presidente Rajoy quisiera tirar hacia otra dirección para facilitar la recuperación del mercado laboral, empero, son las presiones desde Bruselas las que lastran lo que desde la Moncloa se pretenda, quiera o deba hacer.

Hasta la misma Christine Lagarde, directora Gerente del FMI, se manifiesta a favor de políticas a favor de crecimiento tanto en España como en otros países de la UE.

Todo lo contrario a lo que Mario Draghi, director del Banco Central Europeo (BCE), insiste con políticas de ajuste y austeridad. En unos días más, subirán impuestos e impondrán otros nuevos, esto no sentará nada bien a los países mas castigados por la crisis, como España.

(Visited 1 times, 1 visits today)