Con la tecnología actual, todos aquellos aficionados a la jardinería ya no tienen que depender de las estaciones para disfrutar de esta actividad. Al menos eso es lo que promete una firma especializada con sede en Nueva York.
La compañía tecnológica presentó su Bitponics o “asistente personal de jardinería”, un gestor de cultivo hidropónico con base en la nube.
La tecnología lo que pretende es dotar al jardinero de una herramienta que le permita realizar cultivos hidropónicos automatizados.
No sólo para canabis
Puede que mucha gente sólo haya oído de los hidropónicos como una técnica para cultivar canabis, pero en realidad es un sistema muy utilizado en agricultura.
El cultivo hidropónico involucra cultivar plantas sin tierra, ya que en su lugar se emplea una solución de nutrientes en agua.
El Bitponics busca sistematizar estos cultivos. Funciona mediante una caja electrónica con una serie de sensores que controla cosas como los niveles de PH del agua, la temperatura, la humedad y envía todos estos datos por vía inhalámbrica a la nube.
También se puede conectar a luces y bombas para que se encargue de activarlas o desconectarlas en tiempos predeterminados.
Luego una aplicación de internet le facilita un plan de crecimiento, que notifica vía mensaje de texto o correo electrónico cuándo hay que añadir nutrientes o cambiar el agua del cultivo.
Mayor rendimiento
“Ahora mismo nuestro cliente creo que es el aficionado o jardinero principiante, gente que tiene sistemas hidropónicos”, explica el cofundador de Bitponics Michael Doherty.
“Los hidropónicos son ideales para entornos urbanos donde no tienes mucho espacio”.
“Pero también es estupendo para cualquiera porque el rendimiento es mucho mayor, obtienes más plantas en menos tiempo, sí que no tienes que esperar toda la estación”.
En este mundo digital donde se comparten contenidos e ideas, Bitponics también integra un elemento de comunidad, que según Doherty es único en este campo.
Una comunidad de usuarios en línea puede compartir planes de crecimiento, donde pueden explicar qué funcionó y qué no con determinadas plantas y sistemas concretos.
Aunque por el momento el sistema debe ser utilizado con sistemas hidropónicos existentes, Doherty afirma que pronto se asociarán con los fabricantes que venden estos sistemas.
Afición y negocio
A nivel comercial, la tecnología hidropónica es la más utilizada en la producción de vegetales de invernadero en Estados Unidos, afirma Melissa Brechner, directora del Centro de Transferencia Tecnológica de la Universidad de Cornell.
Pero para aquellos individuos que quieren hacer dinero usando esta tecnología en sus propios invernaderos, Brechner aconseja “empezar considerando esto como afición en lugar de como empresa”.
“He visto mucho más interés en la producción de comida localmente y esto ha abierto un mercado para pequeños productores”.
“Pero probablemente no van a ser capaces de sustentarse con un invernadero de lechugas, aunque quizás lo consigan si quieren invertir su tiempo en ello”.
Aeropónicos
Aparte de los cultivos hidropónicos están los aeropónicos, que en lugar de cultivar en agua con nutrientes se hace en el aire, donde las plantas son fumigadas con nutrientes, una tecnología cada vez más extendida.
John Mooney es el fundador y jefe del restaurante Bell Book & Candle en Manhattan, Nueva York, un local que decidió hacer uso de su tejado cultivando vegetales.
Él utiliza una tecnología llamada Torre Jardín, un sistema vertical de cultivo aeropónico.
Mooney asegura que la tecnología le permite utilizar el tejado, que de otro modo sería un espacio muerto, ya que no podía soportar el peso de la tierra que necesitaría para tener un jardín convencional.
El concepto de cultivo vertical no es nuevo, ya que fue inventado por Gilbert Ellis Bailey en 1915, quién propuso realizar este tipo de cultivos en estructuras como rascacielos, o en este caso, en torres.
El tejado de Mooney está lleno de estas torres blancas, donde las semillas se plantan en la columna principal de la torre. Cada torre tiene su propia reserva en la base, con un temporizador que rocía las raíces de las plantas cada 12 minutos.
Según cuenta, en este jardín cultiva de todo; desde berenjenas, tomates, chiles, hierbas y sandías. Sin embargo, con un sistema sin tierra obviamente no se puede cultivar nada que sea subterráneo, como cebollas o zanahorias.
Y los jardines de tejado no son inmunes al clima, de hecho el jardín quedó arrasado durante el huracán Sandy y tuvo que ser reconstruido.
Aunque cultivar sus propios vegetales tiene sentido económicamente, Moony dice que tiene beneficios que van mucho más allá.
“Hay dos formas de mirarlo. Se amortiza por si mismo. Sé cuánto gastaría en vegetales si estuviera comprando todo, que es unos US$6.000 al mes, un poco más probablemente”.
“Pero la calidad de lo que producimos, teniéndolo en el lugar, cultivando para consumo no para transporte, y luego involucrar al personal en el proceso, trae mucho más a la mesa que su valor monetario.
Retos de diseño
No obstante, la tecnología aeropónica tiene sus problemas. ¿Qué pasa si se obstruyen las boquillas y deja de funcionar?, dice Brechner.
“Con los aeropónicos no hay capacidad para retener el agua; si el bombeado falla las plantas pueden morir en 10 minutos. Si es un día soleado y cálido las plantas se marchitarán y morirán. No es el mejor sistema”.
Tim Blank, quien desarrolló la tecnología de la Torre Jardín, sabe esto, pero cree que ha superado estos problemas con su diseño.
“El diseño de los sistemas aeropónicos está usando atomizadores. La solución de nutrientes hidropónica está llena de cosas como calcio y magnesio, que bloquean el atomizador en poco tiempo”, explica.
En este sentido propone aumentar el tamaño de los agujeros del atomizador y disminuir la presión del agua para evitar este bloqueo.
“Esto tiene beneficios energéticos también, ya que una elevada presión de bombeo emplea mucha electricidad”.
Controlar tu comida
Blank, quien fue jefe horticulturista y gestor de invernadero en el pabellón “Viviendo con la Tierra” del parque temático Epcot que tiene Disney en Florida, fundó Future Growing para distribuir comercialmente la tecnología Tower Garden.
Aunque la torre y el equipo que viene con él es costoso (US$499), Blank confía en que se amortiza en “menos de unos cuantos años”.
Además, cree que el mercado para el cultivo en el hogar sólo crecerá.
“La gente está preocupada sobre su seguridad alimentaria. Quieren controlar su propia comida. Hemos creado una tecnología que les permite cultivar en su patio”.
Fuente:
BBC.co.uk