Los padres cuervos

Los ciclos se cumplen, y de eso nadie tiene duda; hay ciclos para todo, y en familia se establecen los proyectos. Los hijos nacen, comienzan su crecimiento y formación y van a distintas opciones educativas, tales como centros de desarrollo infantil, -otrora llamados guarderías-, para luego ir a la primaria, secundaria, bachillerato… y hasta concluir su formación profesional.

Pues bien, los días que vivimos, independientemente de las campañas políticas, se han significado porque los espacios públicos e institucionales están llenos de fechas para eventos que tienen que ver con los fines de cursos de instituciones educativas de todo nivel, donde, en alguna de ellas, están nuestros hijos, el orgullo familiar y motivo de las grandes preocupaciones.

Este miércoles, la prestigiada escuela primaria oficial “Profesor Lauro Aguirre2 tuvo su ceremonia de fin de cursos y graduación de los pequeños que concluyeron su educación primaria.

Lo que siempre se ve: honores a la bandera y el intercambio de escoltas: los de sexto entregan la bandera a los de quinto, en una ceremonia muy emotiva y significativa que tiene que ver con el amor a nuestros símbolos patrios y a nuestro estado de Tamaulipas.

Todos los niños reciben su diploma o certificado de primaria, porque es necesario para seguir con sus estudios, pero algunos de ellos son objeto de reconocimientos por su aprovechamiento en el últimos años y en el ciclo escolar que concluyó.

Estos pequeños señalados por su eficiencia académica tienen mucho que agradecer a la vida: buenos maestros, buenos directivos, buenos padres y, sobre todo, buenos tiempos que les permitieron estudiar, hacer tareas y lograr promedios de excelencia.

Los padres de ellos, sin lugar a dudas y sin excepción, estamos orgullosos de ellos y nos sentimos como el “papá cuervo” del cuento, porque el que se reconozca el esfuerzo de cada uno de los pequeños y grandes es motivo de satisfacción para quienes tenemos injerencia en su corta pero prolífica vida.

Es el orgullo de saber que los tiempos han sido aprovechados pese a las condiciones que vivimos en la actualidad: ellos son nuestro orgullo pero también son el futuro de Tamaulipas, y eso no podemos dejarlo a un lado.

Esta generación de pequeños que han sido reconocidos debería ser aprovechada por las autoridades y sus familiares.

Sabemos que hay apoyos –becas y demás- que les podrían permitir el seguimiento a sus esfuerzos académicos; hay chicos que no cuentan con el apoyo económico de su familia porque no se tiene, pero que cuentan con una capacidad demostrada.

Los padres, muchas veces entendemos estos logros como algo personal, y no debemos dejar de reconocer que el empuje principal, el impulso definitivo lo han hecho ellos.

No somos nosotros los que estuvimos en el salón de clases o en las tareas de las tardes: son ellos los que merecen todo el reconocimiento de la sociedad y de sus seres queridos, porque son ellos los que lo han conseguido.

Como padres de hijos sobresalientes nos enorgullecemos de contar con ellos en la familia, y nos congratulamos porque son muchos los pequeños que han sabido ganar esas medallas y diplomas con su esfuerzo personal.

Les felicitamos a todos ellos, de todos los grados escolares, tanto en primaria como otros niveles, y en ese sentido, compartimos con muchos matrimonios, padres y madres, el orgullo de contar con hijos de excelencia.

¿Qué sigue?

Apoyarles en todos sus proyectos para que encuentren el éxito, que se relacionen con quienes les puedan reconocer con trabajo sus esfuerzos y no sufran lo que muchos jóvenes, ajenos a las oportunidades por un enfermizo influyentismo.

Como padres, nos sentimos orgullosos de vosotros, y como tamaulipecos, les rendimos un merecido tributo a todos ellos.

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