Nuevo Laredo, Tamaulipas.- El general Raymundo Balboa Aguirre, jefe de la unidad de vinculación ciudadana de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), en la ciudad de México, se sorprendió cuando se le preguntó si la inseguridad y la violencia aumentarían en Tamaulipas y en esta ciudad, luego de la detención de los dos máximos líderes de organizaciones criminales que operan en la entidad.
–“No, no. No puedo opinar sobre eso…y no puedo opinar porque no sé de qué me está hablando…no…no sé…y no tengo obligación de saberlo…”, dijo en tono titubeante y errático ante la inesperada pregunta.
Agregó: “Pero lo que sí puedo decir ante preguntas así tan concretas que escapan de mi área de derechos humanos, pediría que se mandara la petición y la información a nuestro enlace de atención ciudadana, y allá darán la respuesta”.
Con esas palabras dio por terminada esa espinosa parte de la entrevista que se realizó al final del Foro de Reunión con Líderes de Opinión e Integrantes de la Sociedad Civil, que se llevó a cabo en esta ciudad la mañana del martes.
Al preguntarle si el ejército seguirá en las calles de la ciudad y de todo el país, mencionó que será hasta cuando les sea ordenada la retirada a sus cuarteles, aunque dijo que espera que sea pronto, porque sería señal de que las cosas han mejorado.
De Nuevo Laredo, dijo que es una ciudad que debe ser atendida, cuidada y protegida en materia de inseguridad, y que el llamado que le hace al ejército el gobierno de Tamaulipas, es necesario, y añadió que si el gobierno estatal solicita la presencia del ejército, es porque mantiene un convenio de colaboración, lo que a su juicio se debe a que hay ‘algo’ que atender.
Por su parte, el general Antonio Solórzano Ortega, comandante de la Guarnición de la Plaza en esta frontera, comentó que el trabajo del ejército ha sido trabajar de manera estrecha con los tres niveles de gobierno.
Pero dijo que quien debe calificar su trabajo es el ciudadano, “porque podemos decir que vamos muy bien, pero el mejor juez es la ciudadanía. Los padres que dejan a sus hijos y que regresan con seguridad”.
Consideró que cuando la gente sale a reuniones familiares y sociales, lo hace con la seguridad de que no les va a pasar nada.
Cuestionó:” ¿Quién se atreve ahora a comprar un carro nuevo? Si se compra uno es porque ya se percibe más seguridad”.
Dijo que la relativa calma que se vive en la ciudad, es porque el ciudadano siente que la tranquilidad va retornando y porque ya está harta de tanta violencia e inseguridad.
Ambos militares se reunieron con empresarios, comerciantes, funcionarios públicos, sacerdotes, maestros, y gente de la sociedad civil, para escuchar de ellos la precepción que tienen del trabajo que hace el ejército en la ciudad, en la lucha contra la inseguridad y la violencia.

