Lo que pasó en Culiacán fue un espejismo, un placebo temporal, Chivas sigue en estado crónico, el sótano lo aguarda. El equipo tapatío volvió a caer en la Liga MX, esta vez frente a unos Gallos que lucieron la cresta en todo su esplendor.
“Apodi” y Esteban Paredes sacaron los espolones y dieron un par de picotazos letales, suficientes para tumbar al Guadalajara. Chivas con todo y Marco Fabián en la cancha sigue sin pies ni cabeza. Mucho trabajo por delante para Juan Carlos Ortega. Crisis la hay.
EL PARTIDO
Gallos salió con los espolones afilados, dispuesto a evitar el repunte de Chivas en la Liga MX, Nacho Ambriz junto a sus pupilos, echaron para atrás al conjunto rojiblanco desde el amanecer del cotejo, Esteban Paredes tuvo la primera de gol, el andino disparó con fuerza pero Hernández evitó la caída de su marco.
Gallos dejó claro que iba por los tres puntos y el orgullo en casa, el equipo plumífero corrió y asfixió al rival, la presión iba desde Edgar Hernández hasta Cosme, la media cancha liderada por el ex Chiva, Luis Pérez y Diego de la Torre, le pasaron por encima a Michael Pérez y al “Pato” Araujo, al frente; Paredes, Escoto y Cosme causando constante peligro en el área tapatía. Gallos no tardó en picotear al rival, “Apodi” se levantó en el área para inaugurar el marcador.
Chivas muy tibio, los gritos de Juan Carlos Ortega en la banca servían de nada, Rafael Márquez Lugo y Aldo de Nigris muy solitarios al frente, sin embargo, el ex Rayado quedó cerca de nivelar el marcador al rematar un centro en el área que Hernández salvó de gran manera.
Fue todo lo que generó Chivas en el partido. Gallos volvió a relucir la cresta y se volcó en busca del segundo picotazo, por la zurda Escoto, por la diestra “Apodi” y por el centro Cosme y Paredes, todo un vendaval que Reynoso, Álvarez y Víctor Hernández sufrieron en demasía.
El acoso plumífero no tardo verse reflejado en el marcador, Escoto en gran jugada personal sirvió a Paredes para aumentar la ventaja. Chivas sin pies ni cabeza.
El final del primer lapso se aproximó, Querétaro, a pesar de tener dos goles en la bolsa, no dejó de atacar al conjunto rojiblanco. Chivas desconcertado, la única opción para cambiar la historia del cotejo estaba en la banca, Marco Fabián.
EL COMPLEMENTO
No había de otra, el cambio estaba cantado, lógico hasta cierto punto. Fabián salió de la banca, calentó y retornó junto al equipo para entrar a la batalla.
Marco de inmediato alzó la voz, gritó y pidió el balón, su presencia fue notoria, pero sólo duró unos minutos, Querétaro lo secó. Fabián no volvió a aparecer en el partido.
Ortega no tardó en volver a mover su rompecabezas, Juan Carlos le dio minutos a Miguel Sabah, buscando que su gran actuación en Copa MX se trasladara a la Liga.
El juego se tornó en una intensa lucha en mediocampo sin que ninguno de los dos pelotones dominara al otro. Gallos no tenía la necesidad. El tiempo, el entorno y el marcador estaban a su favor.
El “pastor rojiblanco” se jugó su última carta con la entrada de Jesús Sánchez, el “Chapo” de buena actuación en Culiacán entró para darle frescura al ataque rojiblanco pero no alcanzó.
Los últimos minutos se escurrieron como agua entre las manos, Chivas con leves aproximaciones que Edgar Hernández se encargó de cebar, una de ellas un paradón que terminó en el poste. No hubo más. El equipo tapatío terminó siendo dominado. Los “oles” en la tribuna lo confirmaron. Tristeza rojiblanca. Las burlas no se detendrán.
POR JAVIER JUÁREZ
FOTOS: JORGE BARRERA
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