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Nuevo Laredo, Tamaulipas.-Con 275 mil derechohabientes registrados y un edificio de 43 años de edad, ya inoperante para mejorar la calidad en el servicio que presta, el Hospital General de Zona número 11 del Instituto Mexicano del Seguro Social (Imss), padece desde hace años, además de carencias materiales en las áreas de cirugía y de especialidades, algunas deficiencias que de no solucionarse, se reflejarán en un peor servicio hacia el paciente.
Aunque el anterior director, Ramón Moreno Prado, generó algunas ‘mejoras’ en el inmueble, como es la ampliación y reparación de algunas áreas dañadas, el servicio no cambió, porque sigue siendo deficiente.
Falta de equipo para cirugías, falta de personal que cubra ausencias, descansos o vacaciones, una bolsa de trabajo que no es abierta desde hace años, esperas de hasta seis meses y un año para una cirugía, además de gran cantidad de equipo médico que se considera obsoleto, son algunas de las deficiencias detectadas.
Para ser consultados, los pacientes tienen que acudir al archivo por sus expedientes, y debido a la falta de orden y de personas capacitadas en archivonomía, muchas de las veces estos documentos son extraviados o no son localizados por los empleados, lo que ocasiona pérdida de tiempo y molestias.
Por si fuera poco, el ascensor está descompuesto desde el 21 de agosto, por lo que pacientes en silla de ruedas, con muletas, enyesados de brazos o piernas, recién operados, o con alguna enfermedad crónica que les impide moverse, tuvieron que utilizar las escaleras para llegar a los consultorios ubicados en los pisos superiores.
Un burdo mensaje escrito a mano da fe de esta falla que durante muchos días obligó a los pacientes a subir escaleras a costa de su salud, y lo seguro es que las fallas continúen debido a que la mayor parte del presupuesto destinado para este año, ya se utilizó en las ‘mejoras’ realizadas al inmueble.
El actual director, Alejandro Soto Villa, reconoció que en efecto, no se cuenta con personal que cubra las vacaciones de otros especialistas, lo que genera molestia entre los pacientes que tienen que esperar muchas horas para una consulta.
“Nos hacen falta médicos en algunas especialidades. Ya lo hemos boletinado a nivel central para que abran la bolsa de trabajo para todas las especialidades”, mencionó el médico.
Las áreas más afectadas por este problema, son las de traumatología, urología, medicina interna y otras, donde los médicos no se dan abasto para atender una cada vez mayor cantidad de pacientes que requieren de una atención adecuada.
El mayor problema se ha presentado en las últimas semanas en el área de traumatología, debido a que unos 300 pacientes que eran atendidos en la Unidad de Medicina Familiar 76 (UMF), fueron reenviados a dicho hospital, lo que genera molestias por las largas esperas de hasta 6 horas para una consulta de 15 minutos.
“Estoy aquí desde las 7 de la mañana esperando consulta en traumatología, y mire, es casi la una de la tarde y no me han atendido.
Estamos ya traumados”, dijo una mujer casi desesperada, al saber que el médico estaba a punto de retirarse, sin atender al resto de los pacientes.
Otro paciente con uno de sus pies enyesados, comentó: “No es posible que nos tengan esperando tantas horas. Nos citan a las 8 de la mañana y nos hacen esperan más de cinco horas para ser atendidos, pero si llegamos tarde nos niegan la atención”.
En sus peores tiempos
A nivel nacional, el Imss contaba no hace muchos años con aproximadamente 150 tiendas de autoservicio para sus trabajadores y pensionados, 43 teatros y salas de espectáculos, 145 centros sociales y cuatro centros vacacionales, además de un estadio de beis bol, varios equipos de fut bol que reflejaban en la institución y en sus trabajadores, una época de auge.
Los empleados con su salario podían tener auto y casa nueva, jugosos préstamos y vacaciones envidiables que los llevaban hasta el viejo continente.
Pero a 43 años de distancia, dicho instituto adolece casi de todo. En esta ciudad cuenta con un teatro casi en el abandono, ya que es subutilizado ocasionalmente para no ser cerrado de manera definitiva.
El Centro de Seguridad Social (CSS) ubicado a espaldas del hospital, es un elefante blanco, y pese a que ofrece servicio a sus derechohabientes con cursos y programas que desde hace 20 años no cambian, dista mucho ser de calidad debido a que no cuenta con elevador para subir a sus cuatro niveles, ni personal capacitado adecuadamente.
Los malos manejos del presupuesto siguen vigentes. No hace mucho 20 empleados, entre ellos algunos médicos, enfermeras, camilleros, choferes de ambulancias y personal de apoyo, se quejaron de que personal administrativo les retuvo 321 mil 927.76 pesos por concepto de viáticos durante varios meses.
Aunque no se comprobó, los afectados mencionaron que ese dinero fue ‘jineteado’ durante varios meses, por lo que los empleados tuvieron que disponer de sus salarios para sufragar sus gastos cuando trasladaban a pacientes a otras ciudades, o cuando algún médico utilizaba su equipo personal para la atención de sus pacientes o la aplicación de algunas cirugías.
Un médico que solicitó el anonimato, comentó que los malos momentos por los que atraviesa el hospital general en materia de atención al derechohabiente, se deben a una muy mala administración de los recursos económicos, materiales y humanos.