Nuevo Laredo, Tamaulipas.- La relativa tranquilidad que se vive en esta frontera motiva que el turista extranjero y el nacional regresen a los bares, discotecas y restaurantes instalados en el Centro Histórico de la ciudad, pero la presencia de vagos, delincuentes, prostitutas y homosexuales, afecta la imagen de este sector, se quejó René Molano, dirigente de la Asociación de Bares y Cantinas.
“Hay días buenos y hay días malos, como todo ¿no?.” , dijo al referirse a que los fines de semana es cuando más actividad comercial se nota, pero reiteró que son muchas las quejas ante las autoridades para que erradiquen la enorme prostitución que existe en dicho sector, sobre todo en las inmediaciones del mercado ‘Maclovio Herrera’, ubicado a pocos metros del puente internacional 1.
Mencionó que este problema antes se presentaba por las noches, pero que ahora se observa por las tardes, lo que deteriora la imagen de este sector de la ciudad, en donde las autoridades se ufanan de haber ‘rescatado’ este sector con inversiones.
Este asunto ya fue tratado entre los socios afiliados a la Cámara de Comercio, y aunque Molano dijo no estar en contra de la prostitución, señaló que existe una ‘zona de tolerancia’ en la que debe estar este tipo de actividades.
Agregó que la Secretaría de Salud debe tener un control sanitario de quienes se dediquen a la prostitución y prevenir enfermedades relacionadas con esta actividad en que reconoció, estaban involucradas algunas de las empleadas de bares y cantinas.
“Estamos trabajando en ello y esperamos que se nos haga caso, y es un asunto que debe ser atendido por Seguridad Tamaulipas o la policía local”, refirió.
Sin embargo, reconoció Molano que debido a que los negocios instalados en la zona de tolerancia estaban cerrando a causa de la inseguridad, algunos de ellos se instalaron en el centro, al igual que prostitutas y homosexuales que anteriormente tenían su centro de actividad en aquel sector restringido por las autoridades.
Recordó que antes de que la inseguridad se adueñara de la ciudad, el turismo sexual floreció en la ciudad con la presencia de decenas de norteamericanos que visitaban el sector ‘púrpura’ en busca de diversión, lo que provocó una época de auge en la ciudad, sobre todo en el giro de bares, cantinas y algunos restaurantes.
Debe haber una reubicación de estas personas, dio Molano, ya que aseguró que otras sub actividades como los pedigüeños, franeleros, marías, ambulantes y delincuentes, se concentran en el Centro Histórico sin que alguna autoridad haga algo al respecto.