PODRÍA parecer broma, pero no lo es. La Selección Nacional ha comenzado una nueva era, la cuarta en menos de dos meses, ahora con Miguel Herrera, quien de inmediato se ha metido en el trabajo para remediar los males que tienen a México, por ahora, fuera del Mundial.
El equipo se dividió en dos. Los elementos que jugaron ayer en la Concachampions y la Copa MX trabajaron la primera parte de la práctica por separado, en labores regenerativas, mientras el resto lo hizo en espacios reducidos para optimizar el toque y servicios de primera intención.
Día nublado en el Centro de Alto Rendimiento, donde solamente faltó la presencia de Lucas Lobos, quien tiene un permiso especial. El resto se ha puesto a las órdenes de Herrera y su cuerpo técnico, cuyas voces ya se escucharon en la casa del Tri.
José de Jesús Corona y Moisés Muñoz estuvieron a las órdenes de José Torruco, con quien hicieron diferentes ejercicios de reflejos y fuerza. Todo esto antes de que se juntara todo el equipo para hacer más espacios reducidos, pero ahora sí, con tiros a gol.
De esta manera se llevó a cabo el primer entrenamiento de Miguel Herrera al frente del seleccionado, una práctica en la que, según los futbolistas convocados, se dejó claro que existe el compromiso para sacar adelante el repechaje e ir al Mundial.
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